Al no poder ejercer la jardinería por el covid, estos usuarios de Aspadisol destaparon sus habilidades a partir de palés
11 feb 2021 . Actualizado a las 18:52 h.Estaban preparados para adecentar jardines, cortar el césped o podar árboles. Lo aprendieron en el centro de Aspadisol (Asociación de Padres de Discapacitados Psíquicos de Oleiros), adherido al programa de Voz Natura, y lo llevaban a la práctica en casas particulares. También se encargaban del mantenimiento vegetal de los colegios y escuelas infantiles de Bergondo, y en el albergue de la Marina en Sada. Entonces llegaron el virus de Wuhan, el estado de alarma y el confinamiento, y los jardines y las fincas se cerraron.
Pero Narciso, Pedro, Javi, Sergio, y Juan Antonio, de entre 37 y 43 años, exprimieron la etapa pandémica para descubrir una nueva vía profesional. De la mano de su profesor de taller, Xabier López, aprendieron a convertir los palés que allí se almacenaban en piezas de madera decorativa, utensilios de cocina, lámparas, platos, portavelas, jardineras, floreros, y todas con una pulcritud y un acabado que sus piezas hablan de ellos como brillantes artistas de la madera. «El encierro del covid nos hizo buscar nuevas fórmulas para su desarrollo y creatividad, y comenzamos a trabajar con palés», recuerda Xabier López. «Es increíble lo que son capaces de hacer con un simple empujoncito, una vez que se familiarizan con el material con el que trabajan, por sí solos van desarrollando sus propias creaciones, a su ritmo, y con sus capacidades, que son muchas», recalca.
Los cinco genios de la madera se complementan. Cada uno tiene su fuerte a la hora de tratar la pieza. A los más pacientes, les encaja muy bien la labor de pulido, y a los más nerviosillos se les encomiendan tareas con un rápido resultado visual. Ahora pondrán sus obras a la venta a través de la web y las redes sociales de Aspadisol y con lo recaudado comprarán más material de carpintería para ampliar terreno y crear nuevos objetos. Aunque los palés son la materia prima en este ejercicio artístico de reciclaje, también han recurrido a otro tipo de maderas. «En los paseos por la playa hemos recogido algún tronco pequeño y ahora vamos a empezar a hacer una lámpara de pie», explica el profesor del taller, orgulloso de la capacidad de reciclaje de su equipo. «Pronto volveremos a la jardinería, pero esta parcela de las manualidades ya no la vamos a abandonar», añade.
