Compra un perro por Milanuncios y lo entrega a la lacería tras morderla

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La Policía de Oleiros prepara la documentación para declarar un shar pei llegado de Santiago como potencialmente peligroso

20 oct 2020 . Actualizado a las 12:02 h.

«Quieres un perro, entras en Milanuncios, lo compras y luego pasa lo que pasa, que nos tenemos que lamentar». Rosi Guerra es la responsable de la compañía Servicios Gallegos de Lacería (Servigal), que atiende a los municipios del Consorcio das Mariñas, y lo que está lamentando es un suceso ocurrido este fin de semana, cuando su equipo se tuvo que hacer cargo de un shar pei de Oleiros, cuya violencia hizo necesaria incluso la presencia de la Policía Local el pasado jueves por la noche.

«Pero el perro es una víctima de una situación mal hecha desde el principio», explica Guerra. Según relata, una vecina de Oleiros eligió un perro de raza shar pei (y de nombre Chuchi) tras contactar con sus antiguos dueños en Santiago a través de la página web Milanuncios. El shar pei se mostró de todo menos cariñoso, ocultando desde el principio cualquier posible docilidad.

«Entonces la mujer buscó a alguien que se hiciera cargo de él y, supongo que a través de redes sociales, dio con una chica que tenía varios perros y que se ofreció a quedarse, no sé si de forma definitiva o temporal, con Chuchi, aunque en el microchip seguía figurando la dueña de Oleiros», explica Rosi Guerra. Finalmente, por causas desconocidas, Chuchi regresa a la urbanización de Oleiros en la que fue comprado. «Entonces la dueña llamó a la lacería para que nos hiciéramos cargo, a la sede de Abegondo y a la de Bens», explica Guerra. Y en ambas llamadas la legítima propietaria de Chuchi oyó la misma respuesta: que ellos solo recogían perros abandonados y bajo llamada de la policía o algún responsable municipal, que debía llevarlo a un adiestrador para reconducir la conducta.

Días más tarde, el pasado jueves por la noche, Servigal recibió una nueva llamada. Esta vez era un agente de la Policía Local de Oleiros, que se había desplazado a la casa de Chuchi, a menos de un minuto en coche, alertados por la propietaria. Los agentes no lo tuvieron fácil para reducirlo y, según fuentes municipales, acababa de agredir a la dueña y se mostraba muy violento. Cuando el profesional de la lacería llegó al lugar, descubrió al perro lleno de heridas en la cabeza y el pescuezo. «El veterinario que lo trató al llegar a Limiñón (una de las fincas de Servigal) considera que el perro también ha sido mordido por otros», explica Rosi Guerra.

En el informe que están elaborando los agentes de la Policía Local de Oleiros, se recalca su carácter de «potencialmente peligroso», pese a que la raza shar pei no destaque por esta característica. «Este sí lo es, pero no se puede jugar con él como si fuera un objeto, el perro también es una víctima de esta situación tan triste», concluye Guerra.