La ampliación de A Pasaxe prevé un cuarto piso en la rotonda de Lavedra

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

OLEIROS

CEDIDA

La obra está pendiente desde el 2015 y su coste se calculó en más de 24,5 millones

10 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A menos de un mes de las elecciones autonómicas, el Gobierno central avanza en la tramitación previa para ampliar del puente de A Pasaxe, el cordón umbilical que une A Coruña con los Ayuntamiento de Oleiros, Betanzos y Sada. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) anunció que la obra ha logrado un informe de impacto ambiental favorable, ya que «no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente», siempre que se cumplan las condiciones indicadas en la resolución de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental.

Tras la resolución del trámite ambiental, el ministerio prevé continuar con los trabajos de redacción del proyecto de trazado, que permitirá la licitación de las obras, aunque todavía no se han marcado plazos para hacerlo.

La obra fue anunciada a principios del 2015, y en noviembre de ese año se licitó la redacción del proyecto inicial por 875.000 euros. Desde entonces apenas se habían hecho públicos nuevos pasos para ejecutarla hasta el anuncio de ayer.

Según las estadísticas del Mitma, unos 90.000 vehículos usan el puente cada día. Esa cifra es «muy superior» a la capacidad del viaducto, que tiene 40 años de antigüedad. La ampliación consistirá en la construcción de una nueva plataforma. Estará situada al norte de la actual y tendrá su mismo ancho, 25 metros y una longitud de 225 metros. En el 2015, cuando se licitó el proyecto, se estimó el coste de las obras en 24,5 millones de euros, y su duración en unos cuatro años.

Esa nueva infraestructura permitirá pasar de los tres carriles por cada sentido de la circulación actuales a cuatro, lo que según el ministerio permitirá aligerar el tráfico y reducir tanto los tiempos de viaje como los índices de contaminación. Además se habilitarán corredores para peatones y ciclistas en ambos sentidos, y pasarelas que conectarán con los paseos marítimos en ambos márgenes de la ría do Burgo.

Mejoras en los enlaces

Para facilitar las conexiones con el puente, el antiguo ministerio de Fomento prevé varias mejoras en sus desembocaduras. Del lado de A Coruña, en la rotonda de A Pasaxe, se construirá un cuarto nivel sobre el viaducto de Alfonso Molina que conectará con la avenida da Pasaxe en dirección al puente. A petición del Ayuntamiento, ese cuarto nivel de la rotonda, bajo la que discurre el túnel hacia O Burgo, estará equipado en su totalidad con una pantalla acústica para evitar molestias a los residentes en la zona.

En la salida del puente hacia la carretera AC-173, el enlace de Perillo, se reconstruirá el paso superior para minimizar los cambios de carril. Finalmente, en la glorieta de Santa Cristina está proyectado un paso inferior de una sola dirección a Santa Cruz.

De acuerdo a las reclamaciones del Concello de Oleiros, después de la ampliación se repondrán los pasos de peatones en la intersección de la avenida Ernesto Che Guevara y las calles Peixe y Corredoira, o en su defecto se buscará una solución para mantener ese itinerario peatonal.

Los ayuntamientos no fueron las únicas instituciones que hicieron aportaciones al proyecto, también las distintas consellerías y direcciones de la Xunta plantearon correcciones y mejoras.

Reducción de impacto visual

Por una parte se adoptarán medidas para reducir el impacto visual del crecimiento de la rotonda de A Pasaxe y la ampliación del puente. Con ese fin está previsto utilizar un «diseño cuidado» con los mismos colores y materiales que el viaducto existente. Además, los nuevos apoyos se superpondrán a los que ya existen en la actualidad, y se embellecerán medianas, rotondas y taludes con especies autóctonas. A pesar de ello se considera inevitable una «ligera pérdida de la naturalidad paisajística».

La zona ya está muy afectada por la mano del hombre, por lo que el Servizo de Conservación da Natureza no prevé afecciones significativas, aunque está previsto que las obras se interrumpan en caso de que sí se produzcan. Además, antes del inicio de las tareas se inspeccionará la zona para localizar la presencia de especies de flora y fauna protegidas. Con el fin de minimizar el impacto sobre la naturaleza, el ministerio prevé adaptar el plan de obra a «los meses de cría y de movimiento natural» de las aves, que suelen tener menos presencia en la ría en meses estivales.

También son previsibles afecciones a la actividad marisquera, tanto por la obra en sí como por el levantamiento de lodo. Están previstas medidas para paliarlo y, con la Xunta, se compensará a los mariscadores que vean interrumpida la actividad extractiva.

Finalmente, a petición de Patrimonio, se hará una intervención arqueológica subacuática previa al inicio de las obras, con el objetivo de salvaguardar las piezas que permanecen bajo las aguas.

El Gobierno envió copias del proyecto a 53 entidades, pero solo contestaron 15, la mayoría de los concellos, la Xunta y varios departamentos estatales. Ninguna de las cinco entidades ecologistas a las que se remitó el documento de trámite ambiental presentó respuesta al mismo.