Oleiros amenaza con expedientar a la Iglesia por un cruceiro

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

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El alcalde lo considera peligroso por su inclinación y el párroco replica que solo falta el plácet de Patrimonio

01 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Un cruceiro inclinado en una parroquia de Oleiros abrió hace algo más de un año un enfrentamiento entre el alcalde del municipio, Ángel García Seoane, y el párroco, Andrés López Calvo. El político aseguró entonces que «numerosos» vecinos de la zona habían llamado alarmados al ver torcida la pieza. El cura, en cambio, achaca la polémica a la iniciativa de una única persona, y concejal del partido de gobierno.

Esta semana el regidor avanzó que abrirá un expediente para exigirle al Arzobispado de Santiago «que proceda á reparación do cruceiro de Dexo», ubicado en el interior del recinto eclesiástico, y que ya había sido sometido a restauración en 1990 con aportación municipal y de la Iglesia.

«En novembro do 2018, cando os veciños nos chamaron alertando da situación, o que fixo o Concello foi poñerlle unha valla para evitar que lle caera a alguén enriba», señaló este jueves el alcalde de Oleiros. «Reclamámoslle ao párroco que arranxara esta situación, pero a día de hoxe seguimos igual», añadió.

Consultado ayer por la tarde, el párroco de Serantes lamentó que el regidor hubiera hecho pública la amenaza del expediente sin haberle consultado previamente. «Si me hubiera llamado le habría informado de que ya hace meses que Patrimonio está estudiando el proyecto para reparar el crucero, no entiendo por qué no se informa antes», señaló el sacerdote. «Ya han venido a hacer estudios de restauración, lo está tramitando el Arzobispado de Santiago, pero no puedo pedir la licencia de obra sin el permiso de Patrimonio», asevera el sacerdote, López Calvo, quien recuerda que no es nueva esta falta de contacto del Concello para con el responsable de la iglesia de Dexo.

Vallas metálicas

«Hace un año llegué un día y vi unas vallas altas y metálicas rodeando el crucero, le pregunté a un concejal y me dijo que no sabía nada de lo que le hablaba», recuerda el sacerdote. «Les dije entonces que el Ayuntamiento no podía actuar así, como si fuese una vía municipal, que esto es de la Iglesia, que tiene que actuar Patrimonio. Por aquel entonces el alcalde comenzó a decir que esto era ‘‘semipúblico’’, generó una confusión entre la gente», apostilla el párroco. Tras aquel episodio, el Ayuntamiento retiró el vallado y pocos días después, ya con un informe técnico, colocó unas vallas menos abruptas.

Desde Patrimonio aseguran que, pese a la inclinación, el crucero no entraña un serio riesgo de caída, pero el Concello de Oleiros está especialmente pendiente cuando anuncian alertas de mal tiempo en la zona.