Las calles de esta exclusiva urbanización cercana a Mera tienen todas nombres de productos del mar
26 ene 2020 . Actualizado a las 19:21 h.La península de punta Canide, a un kilómetro escaso de Mera, es un bombón urbanístico donde todo el mundo quisiera vivir. Un remanso de paz, dicen sus vecinos, con unas vistas espectaculares, afirman todos los seres humanos que en alguna ocasión visitaron el lugar. Pero aparte de todo eso, tiene un detalle muy peculiar, que es el nombre de sus calles. Desde la primera a la última, tienen nombre de productos del mar. En su mayoría, marisco. De su avenida principal parten como afluentes 13 vías con chalés exclusivos. Se llaman Santiaguiño, Ourizo, Zamburiñas, Camarón, Choco, Corno, Longueirón, Navalla, Chirla, Centola, Vieira, Mexilón, Xiba, Caramuxo y Caracola. Toda una parrillada de marisco.
¿A quién se le ocurrió tan sabrosa idea? A Ángel García Seoane, el alcalde de Oleiros. «A quién si no», dice un vecino de la zona que presume, además, de lindar al este con Palestina, pues las vías que conducen a punta Canide se llaman Hebrón, Jericó o Sabrá. ¿Por qué nombres de marisco y de pescado? El regidor de Oleiros no lo recuerda, según dicen sus allegados. Lo que sí recuerda es que «gracias a su labor», evitó que punta Canide fuese hoy en día una bofetada al paisajismo. De hecho, logró paralizar o congelar una actuación que planteaba 2.000 viviendas y que se redujo a poco más de 300, «con un estricto control de las alturas y de las vistas».
Y la pregunta del millón: ¿Por qué ninguna de sus calles lleva por nombre el rey del marisco, el percebe? En todo el Concello de Oleiros no aciertan a adivinar el motivo. Ni los vecinos de Canide. «Igual no le gustan los percebes al alcalde», dice Antonio Ríos. De existir Rúa do Percebe, el que viviese en el número 13 andaría con el pecho hinchado, contando en las cenas que su vivienda es de cómic. O no. Igual se hubiese convertido en el chiste de la urbanización.
Canide, por otra parte, se hizo famoso en España cuando estalló la crisis y se puso en marcha, como requisito para el rescate financiero, una campaña de venta de suelos. La mayor parte de los 43 terrenos que se ofrecieron al mejor postor se concentraban en la Comunidad Valenciana (13) y Cataluña (9). En Galicia solo figuraba uno, en el residencial punta Canide de Oleiros. Pero es que, además, era el que tenía el precio más elevado de todo el lote. El solar se ofertó por 2,9 millones de euros y estaba destinado a la promoción de viviendas.