Acaba de finalizar la decoración de una pared situada en el entorno de la zona infantil del parque Luís Seoane. Firma bajo el seudónimo de Mushroom
24 sep 2019 . Actualizado a las 14:58 h.Se llama Miguel Golmayo y es vecino de Perillo. Para muchos este nombre no les resultará conocido y pensarán que se trata de un residente anónimo más en el municipio de Oleiros. Sin embargo, si uno se refiere a él por su alias, Mushroom, ya resulta más familiar. Efectivamente, él es la persona que firma y está detrás de algunos de los murales y grafitis que decoran el entorno urbano del municipio. Sus últimas creaciones se pueden ver y disfrutar en la zona infantil del parque Luís Seoane, en Santa Cruz.
Explica que, como muchos otros artistas, comenzó a trabajar de forma altruista. «Sí, gratis. Sin cobrar nada». Y confirma que uno de esos primeros trabajos fue la pared con dibujos alegóricos situada en la avenida Ernesto Che Guevara, en las inmediaciones de la estatua dedicada al revolucionario. «El Concello me proporcionó el material y lo fui haciendo poco a poco. Hace un par de años lo tuve que retocar», explica. Después, llegaron más encargos, pero no los suficientes como para dedicarse a los grafitos en exclusiva. «Es muy difícil vivir de esto. En primer lugar, porque no hay tanta demanda, aunque los concellos cada vez toman más conciencia y utilizan nuestros trabajos para tapar todas esas pintadas que contribuyen al feísmo». De hecho, por lo general, Miguel confirma que los vándalos suelen respetar las creaciones artísticas y no pintan ni ensucian sus trabajos.
Hace casi un año, después de las obras de construcción del tanque de tormentas en Santa Cruz, recibió otro encargo del Concello de Oleiros para ilustrar el muro situado junto al parque infantil. Dado que se trata de una zona en la que viven diversas especies animales, como los patos, se decantó por inmortalizar algunos ejemplares de esta especie migratoria. Y hace un par de meses se puso a trabajar en su último proyecto: humanizar un pasadizo peatonal situado en la parte alta de ese mismo parque infantil, entre las calles Rafael Dieste y Santiago Álvarez. «Cuando contactaron conmigo me plantearon que hiciera propuestas. Y como la pared está ubicada en una comunidad de vecinos y una zona próxima a un parque infantil sabía que tenía que ser un tema amable. Además, muchos de los propietarios de las viviendas son personas mayores y se trata de una zona de paso hacia el centro de salud. Así que se me ocurrió hacer algo cartoon, con estética vintage, y me decidí por un tema agradable como son los animales personificados», dice. Tras elaborar los bocetos y obtener el visto bueno definitivo, comenzó a trabajar el pasado 19 de agosto. A principios de septiembre ya tenía el mural terminado. «Opté por elaborar el mural en tonos sepia para no ser muy discordante con el edificio y el entorno y por redundar en la estética vintage. Además, es un muro de gran tamaño y esta propuesta ahorra complicaciones con los colores», comenta.