Un cruceiro inclinado en Dexo abre un conflicto entre el Concello y la parroquia

Elena Silveira
Elena Silveira OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

Manuel Marras

La brigada municipal valló la pieza pétrea sin el permiso de Patrimonio y la Iglesia

24 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El estado de conservación del cruceiro situado en el atrio de la iglesia románica de Santa María de Dexo ha ocasionado una situación cuando menos incómoda entre el Concello de Oleiros y esta comunidad religiosa, perteneciente a la parroquia de San Xulián de Serantes. Según explicaron ayer desde el gobierno local, las quejas de «numerosos» vecinos de la zona por el «perigoso estado de conservación» del citado cruceiro llevó a que operarios municipales procedieran el jueves por la mañana a vallar la pieza pétrea y evitar así riesgos de accidentes. Tanto el párroco como los feligreses se encontraron antes de entrar en la misa de las seis con los andamios, rotulados con el logotipo del Concello de Oleiros, e instalados sin el consentimiento de la propiedad o de Patrimonio. Al pedir una explicación sobre esa intervención en un inmueble particular, los agentes de la Policía Local no supieron dar una explicación. Fue después cuando un concejal aclaró que la medida se tomó ante las quejas vecinales y como medida de precaución. Desde el gobierno local indicaron ayer que el párroco «ameazou ao Concello con presentar unha denuncia ante a Garda Civil por actuar nunha propiedade privada sen o seu consentimento». Y añadieron: «Ante a actitude do sacerdote, o Concello de Oleiros decidiu retirar o valado malia o risco que esta situación supón para as persoas que acoden a esta igrexa románica, que foi reconstruída polo Concello pedra a pedra no ano 1990». Incidieron en que recientemente también cayó otra cruz de piedra que se encontraba en el atrio de la iglesia, «por sorte sen causar danos persoais», indicaron.

Plan de restauración iniciado

Lo cierto es que un informe técnico de la Administración diocesana del pasado 26 de septiembre confirma que el cruceiro presenta un escoramiento, pero sin peligro de derrumbe. En ese informe se autoriza también a la parroquia para iniciar los trámites de restauración de la pieza. En este momento ya se está elaborando un proyecto, que se remitirá a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta para que dé su visto bueno.

Según confirmaron miembros de la comunidad religiosa, el cruceiro quedó escorado después de las obras de ampliación de los panteones, lo que hizo que se levantase el terreno y, a su vez, afectase al monolito.