Los talleres de la tienda Akí de Oleiros están llenando la comarca de «manitas del bricolaje»
06 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Mujeres del mundo, empoderémonos a través del taladro. Algo así debió de pensar Silvia Tourón cuando empezó a organizar los talleres de bricolaje en la tienda Akí de Oleiros. Tanto éxito ha tenido la iniciativa que a la última sesión acudieron setenta «manitas» deseosas de ampliar sus conocimientos. Es más, a la cadena le gustó tanto la idea que decidió exportarla a todas sus tiendas en España.
-¿Cómo se le ocurrió esto?
-La idea inicial era relacionarnos con nuestros clientes, tener un contacto más cercano y vivir una experiencia con ellos. El caso es que observamos que la mayoría de los asistentes a los talleres de bricolaje eran mujeres y por eso decidimos organizar las noches solo para ellas, como una especie de homenaje a nuestras «bricolajeras». El objetivo es que vengan y se diviertan con el bricolaje.
-¿El bricolaje es divertido?
-¡Pues claro que sí! El bricolaje es muy divertido.
-Lo digo porque a la persona que es manitas en cada casa le suelen caer todos los marrones.
-Pues yo lo veo como una manera de disfrutar, relajarse, desconectar del día a día... Además, es un orgullo que luego vengan los invitados a casa, te pregunten dónde compraste algo y les digas: «Lo hice yo».
-¿Por qué cree que empezaron a asistir más las mujeres a los talleres? ¿A qué atribuye que vayan menos hombres?
-Bueno, quizás, hay algunos hombres que piensan que ya lo saben hacer todo. Por otro lado, piense que las mujeres se están introduciendo cada vez más en el mundo del bricolaje y la decoración. ¿Cómo puedo mejorar mi jardín? Pues voy a ver si en Akí me enseñan a colocar unas losetas. ¿Cómo puedo mejorar mi baño? Pues a ver si aprendo a pintar los azulejos. ¿Cómo puedo darle la vuelta a toda la cocina sin invertir apenas dinero? Son todo este tipo de cosas. En muchos casos, la mujer piensa más en esa pequeña reforma para mejorar su hogar.
-Teniendo en cuenta que lo de colgar cuadros es una de esa tareas tradicionalmente asignadas al rol masculino, ¿cogerle el punto al taladro es una liberación?
-Claro. El taladro no es solo cosa de hombres. Todas están encantadas y de hecho, nos dicen que hagamos lo que hagamos, quieren volver para vivir de nuevo una experiencia como esta. Y es una forma de socializarse. La de al lado te ayuda con el taladro, la otra con la broca...
-Ayuda sobre todo a ser más independientes a las que no lo son. ¿El taladro es una forma de empoderamiento femenino?
-Sí, sí, sí. De hecho se quedan muy agradecidas. Además, piense que es gratuito. Las empleadas hemos dedicado nuestro tiempo libre a esto y la empresa ha puesto toda la mercancía. ¡Y para 70 mujeres son muchos productos!
Todos los sábados a las 12.00 horas: El de Oleiros fue el primer Akí de España en ofrecer cursos de bricolaje. Como acudían más mujeres, organizaron las «Noches de talleres» solo para ellas.
Próxima cita: El 11 de mayo será la siguiente Noche de bricolaje. Esta vez, para hombres y mujeres.
«Un cliente nos propuso que le enseñásemos a hacer un ataúd»
Los que son de la liga de Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, tienen una cita el viernes 11 de mayo con los talleres de bricolaje en el Akí de Oleiros. «Esta vez ya no será una noche solo para mujeres, sino abierta al público en general», explica Silvia Tourón Fuentes (Sarria, 1984), la responsable del programa.
-¿Son cursillos a la carta?
-Les pasamos una encuesta a todos los asistentes y les pedimos que nos hagan propuestas de lo que les gustaría aprender. Así salieron talleres sobre suelo de jardín, otros para hacer cosas en familia, los papás con los hijos, etcétera. La verdad es que sí, tuvimos propuestas de todo tipo. Hasta un cliente nos propuso que le enseñásemos a hacer un ataúd.
-¡No me diga! ¿Y lo hicieron?
-[Risas] Más bien no.
-¿Cuánto les ha felicitado la dirección de la empresa en Madrid por la iniciativa?
-Mucho, sí. Por eso decidieron expandir la idea al resto de las tiendas. Se trata de pasar un rato agradable con nuestros clientes y generar vínculos con ellos.
-¿Para lograr que vuelvan?
-Desde mi punto de vista, las tiendas tienen que ofrecer algo más. A día de hoy para comprar un taladro está Amazon.
-Pero al de Amazon no lo conoces por su nombre ni te asesora igual.
-Ni has ido con él a montar un mueble como el otro día en Akí.