La Audiencia ordena el ingreso en prisión del estafador Roberto Neira por violar a una prostituta

La Voz A CORUÑA /LA VOZ

OLEIROS

MARCOS MÍGUEZ

Los hechos ocurrieron en el 2011 en un chalé de Lorbé

26 abr 2018 . Actualizado a las 11:26 h.

El conocido estafador gallego, con causas en juzgados de varias ciudades españolas, protagonista de huidas y reportajes televisivos, deberá ingresar en prisión de manera inmediata. Así lo ordenó la sección segunda de la Audiencia Provincial, que el año pasado lo condenó a 6 años de cárcel por violar a una mujer, a la que deberá indemnizar con 12.000 euros.

Roberto Neira jamás había sido acusado de tal cosa. Su nombre siempre estuvo relacionado con las estafas, sobre todo, inmobiliarias. Estos hechos, mucho más graves, se le vinieron encima después de que una mujer saliese en mayo del 2011 malherida y pidiendo auxilio de un chalé que tenía él en Oleiros, gritando que la habían violado y agredido. Los moradores de una casa próxima la asistieron en un primer momento.

La joven víctima explicó en el juicio que en aquella época le iban muy mal las cosas. No tenía para pagar el piso y se veía obligada, en ocasiones, a ejercer la prostitución. Así fue como supo de Neira por primera vez. Tras dos encuentros, en mayo del 2011, volvieron a citarse. Tomaron algo hasta que el hombre le propuso ir a su domicilio de Lorbé, en Oleiros, a cambio de 300 euros. Le prometió que se los daría allí.

Oleiros

Una vez en la vivienda, el acusado, según la sentencia, le dijo que no tenía dinero en efectivo, pero sí llevaba encima su chequera, por lo que podría firmarle un talón. Al escuchar aquello y de quién venía, la víctima se negó a mantener cualquier tipo de relación con el procesado y le anunció que se iba. Nada más escucharla, Neira le propinó una fuerte bofetada. Le anunció que no la dejaría marcharse sin antes haber mantenido relaciones sexuales.

La víctima se opuso, pero no pudo hacer nada para evitar que el hombre la sujetase con fuerza y la arrojase sobre un sofá del salón, quitándole la ropa a la fuerza y violándola.