La reurbanización en Perillo no afectará al pino «centenario»

Elena Silveira
Elena silveira OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

E.S.

El Concello de Oleiros protegerá el ejemplar con un muro

18 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

oleSi uno pregunta a cualquier vecino de Perillo por el llamado pino centenario, la mayoría sabe ubicarlo en la rúa Pombal. Porque ese pino, aunque en rigor no es centenario, es uno de los ejemplares más singulares que hay en el municipio de Oleiros. Al menos, en cuanto a porte y ubicación. Los propietarios de la finca recuerdan que fue plantado en la década de los 50 del siglo pasado: «Fueron unos chavalillos, un primo mío y un vecino», explica Manuel con una sonrisa en la boca. «Yo era un niño, pero lo recuerdo perfectamente», dice. Y también su hermana Dolores, quien todavía tiene viva en la memoria los años en los que se juntaba allí toda la familia Cruz: «Esta era la casa de mi abuela, que todo el mundo conocía como Dolores de Castaña, una mujer muy querida, al igual que mi abuelo Juan. Aquí vivimos casi todos, porque es una casa muy grande».

El inmueble, según relatan los dos hermanos, se construyó en la década de los años 40 con una superficie de 80 metros cuadrados por planta. Abajo, presidiendo la entrada, el comedor, la cocina, el baño y alguna de las ocho habitaciones que continúan en la segunda planta. Arriba de todo, en el faiado, con unas vistas privilegiadas de la torre de Hércules, se guardaba y se dejaba secar parte de la cosecha. «Porque esto antes era una casa de labranza. Mis abuelos se dedicaban a cultivar la tierra y también tenían animales», explican Manuel y Dolores. Ambos recuerdan también las tardes en la finca, mientras el mítico pino crecía con el empeño de llegar a sus actuales tres metros de diámetro. «Antes de que se urbanizase todo el entorno, desde la finca se podía ver toda la ría. También veías y oías aterrizar los aviones en Alvedro». ¿Y recuerdan el accidente de Montrove? «Sí, sí -dice Dolores-, lo recordamos todos. Para entonces yo ya estaba casada. No vi cómo cayó el avión, pero casi todos los vecinos nos acercamos hasta allí para ver qué había pasado».

El árbol, ni tocarlo

Manuel es el encargado de mantener en buen estado la finca. Todos los días le da un «repaso» a la hierba y comprueba el estado de las plantas ornamentales y los árboles: limoneros, higueras, un sauce llorón... Pero al pino no le mete mano. Ahora pertenece al Concello de Oleiros, ya que los propietarios de la finca tuvieron que ceder parte del terreno para la creación de nuevas vías en el entorno de la rúa Pombal y la urbanización Cavamontes.

Aunque en Perillo se habló de que sería necesario talarlo para poder emprender la reorganización urbanística, desde el gobierno local lo negaron en rotundo: «O piñeiro non se tocará». De hecho, el proyecto para protegerlo continúa adelante y se creará alrededor de su base un pequeño muro de piedra. De hecho, indicaron que desde el departamento de Urbanismo se diseñó ese tramo de calle con protección del pino que, tal y como confirman, tiene alrededor de 80 años de antigüedad.

Algunos vecinos creen que el árbol podría suponer un peligro, ya que parte de sus raíces están visibles y un temporal fuerte podría derribar el ejemplar. «Sí, hay miedo a que pueda pasar algo», indica una vecina de la zona. Otros, en cambio, creen que debe mantenerse porque el pino de la rúa Pombal es fotografiado casi a diario. «Yo he hecho muchas, muchas fotos. Me gusta mucho este árbol y es una pieza emblemática. Pocos ejemplares como este se pueden encontrar ya en un núcleo urbano», explica otro vecino de Cavamontes.

Mientras tanto, los propietarios de la finca esperan que el fin de la crisis en el sector inmobiliario pueda darle una nueva vida a la casa y al terreno.