Las obras de cubierta de la polideportiva divide la opinión de los vecinos de Mera

D. Vázquez OLEIROS / LA VOZ

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La constructora apura los trabajos de la estructura de una cubierta que facilitará el uso para el deporte y para las fiestas

06 feb 2018 . Actualizado a las 12:43 h.

La cubierta de la pista polideportiva de Mera avanza a buen ritmo. Los vecinos aseguran que incluso se trabaja los fines de semana para acelerar las obras, que habían sufrido un parón debido al sobrecoste de más de 30.000 euros que se detectó en su ejecución y que inicialmente tenía un presupuesto de 323.871 euros.

El Concello anunciara a finales de noviembre que volvería a retomarse la cubierta, aunque los plazos iniciales la daban por concluida en la primavera del 2016. El proyecto recogía la apuesta por la integración visual con el paisaje a través de una estructura abovedada, «similar ás ramas das árbores que hai no parque», aunque a algunos vecinos les genera rechazo por el impacto visual que supone en un entorno tan sensible como la laguna de Mera.

Distintas posiciones

«Creo que se carga la estética del paisaje de la laguna y todas las pistas de Oleiros están cubiertas con una altura que cuando llueve el agua entra igual», explicaba Beatriz, una vecina que vive entre Mera y Lorbé, que está entre el sector crítico con esta estructura. Con ella coincidía ayer una amante de las aves que recorría el lugar para retratar la fauna. «No me gusta nada», reconocía Lucía Losada, que paseaba por la zona para ver el inicio del cortejo de los cisnes.

Sin embargo, Francisco Varela, un residente en las inmediaciones, la defiende. «A obra é necesaria. É un servizo para os rapaces da zona, se queren xogar ou abrigarse aquí, porque cando fai mal tempo metíanse no noso soportal, ademais porque todos os anos fanse dúas verbenas, a de Santa Ana e o Carme, unha churrascada e hai misa campestre e ponse unha carpa, e con isto xa non fai falta», comenta.

Varela vincula las críticas de algunos residentes por la querencia que muchos merachos tienen a su pueblo, para el que no ven necesarios ningún tipo de cambios. «Moitos dixeron que todo o que lle fagan é empeoralo, pero eu son da opinión contraria e penso que vai quedar preciosa, é unha obra que incluso lle dá valor á zona», comenta este vecino, que siguió los trabajos con verdadero interés y resalta que la estabilidad del suelo obligó a instalar 16 grandes pilares para garantizar la estabilidad de la estructura. Ahora, lo que falta por instalar son los paneles transparentes que permitirán el paso de la luz natural.