Vecinos de Catasol critican el vertido de restos de podas en un solar próximo

Vecinos de la urbanización Catasol, situada en la margen izquierda de la carretera que comunica Santa Cruz con Santa Eulalia de Liáns, en Oleiros, denunciaron ayer los problemas de salubridad y convivencia que está generando la acumulación de residuos en una parcela próxima. Explican que la empresa Jardinería Arce está depositando en esta superficie restos vegetales y que esa acumulación ha ido a más: «Al principio era poca cantidad, pero cada vez hay más y ahora ya genera problemas de salubridad, porque hay moscas y mosquitos, además de mal olor», explicaba ayer una de las vecinas afectadas y que vive en la urbanización Catasol.

Ella indica que los montículos de ramas, hierbas y hojas se han convertido en un auténtico vertedero, ya que ahora también hay bolsas de plástico y restos de escombros de obras, a pesar de que hay un cartel en el que se advierte que está prohibido echar residuos. «¿Cómo permiten que se haga esto? ¿El Concello sabe lo que está pasando?», comentaba ayer esta vecina. «¿Cómo puede ser que en Catasol nos dejen tan abandonados?», añadía.

Los vecinos explicaron al respecto que el entorno de la urbanización carece de cuidado y que las aceras están llenas de verdín, lo que las hace intransitables: «No puedes andar por ellas porque la falta de mantenimiento hace que sean resbaladizas. Y el Concello tampoco pinta los vados en la vía pública...». Por si fuera poco, hay postes telefónicos que están tan cubiertos de maleza que ya ni siquiera se ve el cemento.

Por su parte, desde Jardinería Arce aclararon que el solar pertenece a una persona particular que, el pasado verano, pidió a operarios de la empresa restos de siega de césped para hacer compost. «No tenemos problema en acceder a este tipo de peticiones, y echar uno o dos remolques en una finca privada, ya que así nos lo piden algunos vecinos. Pero nosotros llevamos los restos de siega siempre a puntos limpios y a Nostián», indicaron desde Arce. En el caso de esta finca que linda con la urbanización Catasol, no se echó nada más allí desde hace tres o cuatro meses, cuando aparecieron restos de podas y de palmeras que nosotros no depositamos», aclararon.

Solicitud de los particulares

Insistieron en que son los particulares los que piden los restos vegetales y, al tratarse de fincas privadas, no hay problema en echar la hierba. «Se trata de pequeñas cantidades que la gente solicita para hacer compost. Otra cosa sería echarlo en propiedad pública», comentaron.

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