A Coruña y comarca ofrecen cerca de 500 viviendas y casas turísticas

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

cedida

Se alquilan por días y los precios van de los 30 a los 400 euros la noche

24 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aquí no es un problema como lo es en las grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, donde los apartamentos alquilados por día se han convertido en foco de conflictos vecinales y de orden público. Aquí es otra cosa. El turista es distinto y no busca la juerga, según el sector. Lo que busca es tranquilidad, buena gastronomía y comodidad.

Las viviendas turísticas, esas que se alquilan por días -nunca más de 29 noches- están reguladas desde el mes de mayo por un decreto de la Xunta que, aunque pese sobre él la amenaza de ser impugnado ante el Tribunal Superior de Xustiza, ya ha supuesto que 1.200 propietarios en toda la provincia coruñesa hayan legalizado sus inmuebles. Solo en A Coruña y su comarca la oferta es cercana al medio millar.

Casi todas las viviendas están en zonas costeras. Hay desde estudios de 15 metros cuadrados, donde cabe una cama pero ya no la mesilla, a mansiones de 500 metros con piscina y vistas a la ría. Lógicamente, todo influye en el precio, desde la localización -en la ciudad están casi todos en la zona centro; si bien hay oferta también en casi todos los barrios-, el tamaño o la equipación. De ahí que haya apartamentos por menos de 30 euros la noche a los 400.

Oleiros es, con diferencia y después de A Coruña, el municipio con más oferta. Le sigue Sada y Cambre.

La Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia aglutina a los propietarios de este tipo de negocio y, aunque se muestran satisfechos por la regularización del sector, creen que la Xunta pudo haber hecho algo más. «La regulación es necesaria porque nos protege a todos, huéspedes y propietarios, ahora bien, no pueden hacer un decreto sin contar con los propietarios», critica Samuel Breijo, de este colectivo. «Estamos totalmente a favor de la regulación, pero hay ciertos puntos que no los entendemos, como que no se permita alquilar habitaciones de una casa si el dueño no vive en ella, algo que se ha hecho toda la vida», subraya.