Santa Cristina, la playa menguante

Elena Silveira
elena silveira OLEIROS / LA VOZ

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Marcos MÍGUEZ | archivo concello de oleiros

La acción del mar y el escaso aporte de los ríos fueron reduciendo la barra de arena

15 ene 2017 . Actualizado a las 09:26 h.

A mediados del siglo pasado, la playa de Santa Cristina todavía era un vergel natural. Dunas, viento, agua y pájaros eran, fundamentalmente, los elementos que reinaban en ese paraje privilegiado. Y solo en verano los bañistas pisaban la arena. En los años cincuenta las dunas ya estaban plagadas de pequeñas construcciones que, a día de hoy, serían completamente ilegales. Y en los sesenta ya se levantaba en medio de la lengua de arena un hotel de cinco plantas.

La presión urbanística en todo el entorno (también en la ría de O Burgo) ha sido decisiva para que las dunas sean a día de hoy tan solo un resquicio del pasado. Pero los expertos apuntan a otras causas en el progresivo aminoramiento de la conocida como barra de Santa Cristina. El geólogo Juan Ramón Vidal Romaní explica que el incremento en el nivel del mar y el escaso aporte de los ríos que desembocan en la ría hacen que las olas erosionen las dunas y empujen hacia el interior la lengua de arena, cuando debería ser al contrario. «El agua del río Mero, por ejemplo, ya no desemboca en la ría, sino que en su mayoría está canalizada hacia punta Langosteira, donde van las aguas residuales. Y eso es como si hubiésemos hecho desaparecer el río de allí, porque no aporta suficientes sedimentos». También la presa de Cecebre y la intensa edificación en las márgenes contribuyen a que no haya erosión o aporte de material. El experto certifica así la muerte de las dunas de Santa Cristina: «El sistema dunar está completamente deteriorado, ya está muerto, condenado. Y cada vez está más afectado», indica Vidal Romaní.

La dinámica de estas dunas, que parecen estar a dieta ya que cada año menguan un poco más, la conocen muy bien los mariscadores que faenan en la zona. Los más veteranos indican que el mar se adentra cada vez más e, incluso, ha hecho desaparecer partes de la barra. El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, señala en concreto que la superficie donde se asentaba la famosa caseta que originó su inhabilitación, ya no existe. «Desapareceu. Tan só queda a árbore», indica.

Aporte de áridos

Desde la Demarcación de Costas reconocen que la playa de Santa Cristina históricamente ha presentado problemas de «inestabilidad y basculamiento» y que por ello se tomó la decisión de realizar aportes de arena en la década de los noventa. El jefe de este departamento estatal, Rafael Eimil, recuerda que en los años 1992 y 1993 se realizó la primera regeneración de la zona con más de 500.000 metros cúbicos de arena, que sirvió para mantener la zona de playa seca continua en la totalidad del frente exterior. También en los años 2006 y 2007 se procedió a una nueva regeneración, después de detectar erosiones singulares en la zona este de la playa y ante la necesidad de mitigar el basculamiento permanente en la línea de costa. En este caso, se dragó el interior de la ría para mejorar los canales de navegación, se transportaron áridos de una zona a otra y se demolió el antiguo embarcadero para construir el actual dique exento, entre otras actuaciones. En la Demarcación de Costas lo tienen claro: si no se hubiesen realizado estas obras y otras menores «la playa de Santa Cristina hubiera desaparecido».

Por otro lado, Vidal Romaní es un tanto escéptico con las obras de regeneración de la ría que están previstas por el Estado. Se retirarán lodos contaminantes, pero eso hará que pueda entrar más masa de agua salada en la ría. «Cuando suba la marea cabrá más agua y saldrá por el mismo canal de siempre, pero a más velocidad, y el agua producirá más erosión». ¿Será el dragado de la ría el fin para Santa Cristina?