La ría continúa usándose como basurero

Dolores Vázquez OLEIROS / LA VOZ

OLEIROS

PACO RODRÍGUEZ

El vertido del jueves ya no se notaba ayer en Perillo, una zona en donde hay numerosos residuos

03 dic 2016 . Actualizado a las 08:23 h.

En la ría de O Burgo no quedaba ayer rastro del vertido denunciado el jueves por los vecinos situados junto a la urbanización Beiramar. La marea baja impedía, incluso, por la mañana ver si el agua había arrastrado todo lo que se vertió, pero lo que sí facilitaba era comprobar cómo este gran espacio natural de la comarca, con el que tienen contacto directo cuatro concellos, continúa siendo usado como depósito de residuos.

La imagen del poblado chabolista de la conservera Celta desluce la imagen de la ría desde Oleiros, pero no es el único factor negativo a tener en cuenta. En la arena y el fango es posible ver numerosa basura, pese a que desde los concellos limítrofes se publicitan, periódicamente y sobre todo cuando se le recuerdan al resto de Administraciones sus eternos deberes, las actuaciones de saneamiento y las inversiones llevadas a cabo para acabar con los focos de vertidos. Sin embargo, el problema no se restringe a las fugas de la red de alcantarillado, ahora es mucho más llamativo el hecho de que la ría continúe siendo utilizada como basurero.

Desde una nevera desvencijada, que ha ido perdiendo piezas, a una silla de plástico, varios cascos de obra, múltiples bolsas, o numerosas botellas eran parte de lo que se podía ver ayer, solo en el margen de Oleiros, en el tramo entre A Pasaxe y Beiramar, una zona con una vertiente más residencial. Algunos continúan asumiendo la ría de O Burgo como si fuese un punto limpio donde dejar sus residuos con impunidad.

Lodos

Lo que continúa como pendiente es el proyecto de regeneración de la zona para eliminar los lodos que han deteriorado, durante décadas, la calidad del agua y de los sedimentos y que han empobrecido la ría como zona de marisqueo, una cuestión exigida por distintos colectivos a lo largo de los años y una demanda que en estos momentos lidera A Mesa pola Ría, en donde están representados los cuatro municipios ribereños, la Universidade da Coruña, la Cofradía y la Plataforma en Defensa da Ría do Burgo.

A Mesa ha presentado distintas alegaciones al proyecto del Gobierno central, que aún no tienen respuesta, y ha reclamado que se habilite una partida suficiente en los Presupuestos Generales del Estado para que se puedan acometer los trabajos, cuyo coste se ha estimado en cerca de 47 millones.