Una emigrante colombiana y alumna de Derecho, madre de trillizos

R. domínguez / Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

El matrimonio tiene un hijo de 14 años y llevaba «tiempo detrás de un hermano»

09 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la felicidad tiene voz suena como la de María Victoria. Solo al cabo de unos minutos de conversación alude a los tres meses que tuvo que pasar en cama, antes de dar a luz, a causa de un embarazo de alto riesgo. Aquello ya pasó y ahora toda su atención se centra en las tres criaturas que alumbró en la madrugada del penúltimo día del año. Fue en el hospital Materno Infantil y lo hizo con un minuto de diferencia entre cada de ellas: «Nacieron por la noche, a las 12 y 26 minutos el primero, a y 27 la segunda y a 28 el tercero», explica esta emigrante colombiana de 31 años que, junto con su marido, lleva doce años residiendo en Galicia. «Primero estuvimos viviendo en Oleiros y ahora estamos en Vilarrodís, en Arteixo, porque le queda más cerca de su trabajo», indica María Victoria, aludiendo a su marido.

Los trillizos ya tienen nombre y la madre va situando a cada uno de ellos; así el primero en nacer fue Eduardo, que pesó 1,660 kilos y «fue el único que no necesitó ingresar en la UCI», a pesar de que fue el que menos pesó. La segunda fue María Victoria, con sus 2,100 kilos, y el pequeño es Iago que pesó 2,020 kilos. Los dos últimos necesitaron de asistencia respiratoria durante las primeras seis horas se vida. Esto recuerda la madre, que asegura encontrarse bien, «aunque recuperándome de las molestias que supone la cesárea».

En casa de esta familia espera el hermano mayor, de 14 años de edad, que está deseando recibir a los trillizos. «Hacía años que estábamos intentando que tuviera un hermano pero no acababa de llegar», detalla María Victoria, para explicar que el suyo ha sido un embarazo por fecundación in vitro. A mediados del pasado mes de septiembre tuvo un riesgo grave de aborto por lo que los médicos le aconsejaron que guardara cama hasta que nacieran sus hijos.

Por ahora los trillizos apenas han salido de cada una de las incubadoras en las que se encuentran, salvo en ocasiones especiales como fue el día de Reyes, cuando los Magos pasaron por el hospital Materno Infantil a visitar a los niños. En su caso fue una visita un poco especial, fuera de la comitiva oficial, y los padres aprovecharon para tener un recuerdo de la que fue su primera fiesta de Reyes, aunque fuera en el hospital. En este centro siguen ahora, en la unidad de neonatos, «para que vayan ganando peso», apunta la madre. Las previsiones médicas apuntan a que pasarán al menos unas tres semanas antes de que los recién nacidos se puedan marchar a casa.

Mientras tanto, los padres van y vienen, hacen preparativos para el profundo cambio que supondrá en su casa tener a tres personas más y el hermano mayor aprovecha alguna visita para ir conociendo a sus hermanos pequeños. Además, la madre recuerda como a causa del embarazo tuvo que dejar sus clases en la Universidad coruñesa: «Estoy estudiando Derecho pero con lo del embarazo de riesgo tuve que dejarlo y perdí el primer cuatrimestre». De todos modos, «los profesores se portaron muy bien conmigo», apunta. También tuvo que dejar un trabajo que compaginaba con estos estudios y mientras estos últimos espera poder reanudarlos el trabajo será cuidar a sus trillizos.