Desde el gobierno municipal indicaron que esta inversión coincide con el fin de la vida útil de los equipos actuales. La renovación, además del ahorro en combustible, permitirá, según añadieron, un descenso en el coste energético como en el correspondiente de mantenimiento. «La biomasa es una energía considerada renovable de producción local, por lo que la instalación de esta caldera contribuirá con la economía de pequeña escala de ámbito vecinal», añadieron.
En este sentido, el gobierno municipal pretende, en la medida en que sea posible, utilizar como combustible residuos de podas de la extensa red de parques y jardines existentes en el término municipal. Así, además de cerrar en el ámbito municipal el ciclo de reciclaje de materiales y abaratar costes en combustibles, «también se evitarán los elevados cánones de tratamiento de residuos actuales», indicaron.