La Consellería de Infraestruturas se comprometió en diciembre a proceder al repintado de pasos de peatones en la carretera que une Perillo y Oleiros, la avenida Rosalía de Castro, entre ellos los de la rotonda de acceso al centro del municipio, donde el gobierno local denunció la peligrosidad del paso en puntos como el acceso al colegio A Rabadeira.
El mismo compromiso adquirió la Diputación con el tramo de su competencia, que afecta entre otros puntos a la calle Areal, en el cruce de Sol y Mar. Transcurrido algo más de un mes de aquel compromiso, Perillo comenzó a recuperar sus pasos de peatones. A mediados de enero, los técnicos eliminaron los restos de pintura en la zona más próxima al cruce de Sol y Mar y desplazaron el paso unos metros más arriba para aumentar la seguridad de los peatones.
Desde la Xunta consideraron, sin embargo, que la inestabilidad meteorológica impedían hacer lo mismo en el tramo de su competencia hasta Perillo. Los técnicos especificaron que serían precisos cinco días sin lluvia para iniciar los trabajos y garantizar la permanencia de la pintura. Tres meses después, cuando el tiempo primaveral ha dado tregua tras las lluvias de invierno, estos trabajos siguen sin realizarse.
El Concello ya ha solicitado una reunión con la consellería para exigir el arreglo en estos puntos. El alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, se comprometió ante dos centenares de vecinos del núcleo de O Carballo a seguir la «loita» para conseguir que Fomento ejecute las obras pendientes en la N-VI, entre ellas la supresión del semáforo que ahora existe en el cruce para mejorar el tráfico en la zona y la ampliación de la carretera. Lo hizo durante la segunda cena fría que celebra Alternativa, en la que estuvo acompañado el viernes por la noche por el vicepresidente de la formación independiente, Alfredo Novoa, y el concejal de Servizos Sociais y candidato por Nós, Ignacio Crespo. Ayer la cita fue en la casa do pobo de Lorbé.