Ocupan una casa en Perillo que el alcalde anunció que demolería

OLEIROS

Los ocupantes de la finca guardan sus enseres en el porche posterior de la casa.
Los ocupantes de la finca guardan sus enseres en el porche posterior de la casa. Marcos Míguez< / span>

Uno de los habitantes de la vivienda, que está en ruinas, se mudó hace un mes desde los chalés derribados en Santa Cristina

12 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un mes, cuando las palas estaban echando abajo los dos chalés abandonados de la avenida Che Guevara, en Santa Cristina, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, anunció que la siguiente construcción que desaparecería del vecindario sería la casa en ruinas de As Viñas, en la confluencia con la calle Neira Vilas. Pasadas cuatro semanas, la casa no solo sigue en pie, sino que ha sido ocupada por varias personas, entre ellas uno de los dos hombres que vivían en los últimos años en el chalé del 52 de Che Guevara.

Fuentes municipales precisaron ayer que, pese al anuncio del inminente derribo, que el Concello dijo que ejecutaría si no lo hacía antes el propietario, el gobierno local todavía no puede actuar de forma subsidiaria porque el edificio ha cambiado de manos. El actual dueño de la casa, que lleva años abandonada, tiene todavía margen para arreglar la propiedad o, en caso contrario, derribarla. De no hacerlo, será el Ayuntamiento quien actúe.

«Estado calamitoso»

Los vecinos calculan que la casa permanece deshabitada desde hace al menos una década y, según el propio García Seoane, su estado es «calamitoso». El alcalde aseguró incluso que la situación en la que se encuentra el edificio supone «un peligro tremendo» para los vecinos y los viandantes, por lo que urgió a los propietarios a demolerlo. La fachada que da a la calle Neira Vilas permanece ahora vallada, pero los residentes recuerdan que hasta el momento en el que se tomó esta medida algunos estudiantes del cercano instituto de secundaria entraban con frecuencia en la casa, que se encuentra rodeada de maleza y tiene un muro semiderruido.

El mal estado del inmueble, que hasta hace unos meses era propiedad de un banco y ahora pertenece a un particular, según los vecinos, amenaza ahora a las personas que han entrado en la finca para usar la casa como vivienda y que no causan más molestia, aseguran los residentes, que las de las voces y los gritos que se dirigen durante las discusiones, como la que ayer por la mañana podía oírse desde la Corredoira das Viñas, donde el plan general de Oleiros prevé la construcción de dos polígonos de viviendas. La casa en ruinas pendiente de demolición forma parte del terreno de una de las urbanizaciones previstas.