Una nube de abejas irrumpe en la playa de Miño y alarma a los bañistas

JUAN TORREIRO MIÑO / LA VOZ

MIÑO

El 112 alertó a un apicultor, que retiró el enjambre instalado en una sombrilla

03 jul 2017 . Actualizado a las 01:34 h.

«Vimos una nube negra que se acercaba rápidamente hacía nosotros. En principio creíamos que eran mosquitos, pero después comprobamos que eran abejas y que rápidamente se posaron en un pantalón que estaba colgado de una sombrilla e hicieron una colmena, justo al lado de donde mi marido estaba echando la siesta». Este es el relato de Mar, una bañista que disfrutaba del sol con su familia en la playa Grande de Miño y que fue testigo de la irrupción de los insectos.

Ocurrió alrededor de las 18.30 horas, cuando los bañistas que había en el arenal en ese momento se llevaron un buen susto al ver cómo un grupo de abejas irrumpió e hizo un asentamiento en pocos segundos debajo de una sombrilla, muy cerca de donde había niños jugando y gente tomando el sol.

Según comenta la mujer, «todo fue muy rápido y cuando vimos que venían directas hacia nosotros enseguida nos separamos todos los que estábamos en esa zona», continúa relatando esta bañista sin salir todavía del asombro que le causó el incidente. El grupo de gente que estaba observando la colmena llamó la atención de los socorristas, que poco después, avisaron a un especialista. «El apicultor tardó sobre una hora en llegar», comenta esta testigo, que recogió la colmena sin más problemas y sin que las avispas llegaran a atacar a ningún bañista. Después, el arenal de Miño volvió a la normalidad.

Confusión en la arena

En un primer momento, los bañistas creyeron estar ante la presencia de una invasión de avispas velutinas, sin embargo, pasada la tarde, fuentes de Protección Civil de Miño pusieron en duda que se tratase de la especie peligrosa de avispas velutina, «entre otras cosas porque no se recogerían, se exterminarían directamente», aclaran.

Después de haber visto las fotos y el vídeo en la web de La Voz de Galicia, las mismas fuentes apostaron porque se tratase de abejas, «que en días así de calor suelen salir y buscar nuevos asentamientos». Posteriormente, el propio alcalde de Miño, Ricardo Sánchez, confirmó a este periódico que eran abejas y que el apicultor se desplazó a la playa para retirar los insectos desde el municipio vecino de Vilarmaior. Finalmente, todo se quedó en un gran susto.