Bandas rugosas en Costa Miño para frenar las carreras de coches

D. Vázquez MIÑO / LA VOZ

MIÑO

Dolores Vázquez

Los vecinos reclamaban medidas para reducir el tráfico

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las dos principales avenidas de Costa Miño cuentan ya con bandas rugosas. Lo hacen como medida para reducir la velocidad en una urbanización con límite fijado en 50 kilómetros por hora, pero que albergaba carreras de vehículos, según denuncian los residentes, por parte de conductores que utilizaban el viario, sobre todo de noche, para atravesar hacia Pontedeume.

Los vecinos llevaban tiempo reclamando que se implantara algún tipo de medida para ralentizar el tráfico en una urbanización eminentemente residencial y que debido a que está todavía inacabada y con muchas parcelas sin vender no debería soportar un nivel excesivo de tráfico. Desde el gobierno local se había señalado, aún la semana pasada, que el retraso en la instalación de estos reductores de velocidad era debido a problemas en el suministro.

Señales horizontales

Las bandas rugosas se han colocado en la rúa Xarío, la que va desde la entrada desde la carretera de la playa y pasa por delante del Club de Golf, donde se ha complementado esta medida con señales de pintura en la vía para recordar que el límite de velocidad es de 50.

También se han instalado tres de estas bandas en la rúa Fraga, que en los últimos días ha estado muy transitada debido a que parte de los 22 chalés pareados que se subastan por la liquidación de la constructora están allí. Los residentes también reclaman otro tipo de señalización para que se respeten los límites de velocidad en una calle próxima a pistas deportivas y que cuenta con zonas de descanso entre las distintas promociones.

El Concello no baraja, por el momento, reducir el límite de velocidad en la urbanización proyectada por Martinsa-Fadesa, aunque acaba de impulsar una en el centro de Miño, donde pasa a ser de 30 kilómetros por hora. «Por ahora, en Costa Miño, continuará siendo el límite a 50», aseguró el alcalde, Ricardo Sánchez.