Es uno de los ríos emblemáticos del corazón de la provincia de A Coruña y de la retaguardia del golfo Ártabro
24 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Uno de los ríos emblemáticos del corazón de la provincia de A Coruña y de la retaguardia del golfo Ártabro es el Samo, que nace en las cercanías de la capital del concello de Curtis. Río tan precioso como humilde, tanto que figura en el capítulo de lo imposible encontrarlo en las guías turísticas. Pero en Mesía todo el mundo lo conoce. No resulta fácil seguir a pie su curso.
Ello no quita que el viaje no sea posible con la condición de que el excursionista esté dispuesto a serpentear. La mejor idea es hacerlo en bicicleta, si bien es posible en coche, que se convierte en vehículo de apoyo para dar la vuelta por el asfalto mientras miembros del grupo van caminando en trechos donde no entra el vehículo. Eso sí, resulta muy recomendable meter en la mochila los mapas indicados.
Es curioso llegar al nacimiento. O para ser más sinceros, al punto 0,3. Es decir, cuando el río lleva 300 metros de recorrido, porque el manantial exacto se encuentra en medio de una auténtica selva con vegetación baja y arboleda que desanima a entrar excepto que se presuma de mucho espíritu aventurero.
Pero, ¿cómo llegar a él? Carretera a Curtis, y poco antes de entrar en la localidad, desvío a la izquierda señalizado Cabrui, Bascoi y Mesía. Eso es la calle Montouto, en medio de la cual se yergue un monolito que señala el lugar de encuentro de cuatro municipios, para entrar ahí en Mesía, en cuyo territorio nace el Samo. En el primer cruce, a la izquierda, señalizado Xanceda, dejando unas instalaciones grandes a la mano contraria.
Algunos eucaliptos sobreviven como pueden mientras el excursionista desciende y al medio kilómetro escaso acomete una pista de tierra y zahorra que cruza el monte de O Croio, y unos pocos metros más adelante salva el río, ahí de dos cuartas de ancho. Pero esa no es la sorpresa. La sorpresa es que el cauce está seco. «Normal nesta época do ano, choveu moi pouco», comenta un vecino que da un paseo por allí. Una recomendación: no recorrer el cauce ni para hacerse una foto en medio de él, que es hábitat de especies que aprovechan la labor milenaria del agua.
El Samo va a describir su primera enorme gran curva, de 180 grados. Intentar seguirlo, y para ello es necesario el zigzag, es descubrir parajes con mucho encanto, aunque en uno de los lugares donde se cruza sobran plásticos. Las referencias toponímicas son Zacotes y Escola.
Y para combinar paisaje y naturaleza con arte e historia no hay nada mejor que desviarse a la cercana iglesia de San Martiño de Cabrui, con su sobresaliente cruceiro. El templo data del siglo XII. Buen punto final.
INICIO
43º06'51”N 8º09'49”W.
IGLESIA DE CABRUI
43º07'11”N 8º11'46”W.
LA FOTO MÁS PERSONAL
Ante el cauce seco.
MAPAS RECOMENDADOS
Instituto Geográfico Nacional. 70-II y 71-I.