Lucía Camba, cofundadora de Malumecuida: «La conciliación puede llegar a ser muy complicada cuando eres madre»

Nuria Guillermo
Nuria Guillermo A CORUÑA

ELLAS

Lucía Camba es cofundadora del proyecto sobre crianza y salud Malumecuida.
Lucía Camba es cofundadora del proyecto sobre crianza y salud Malumecuida. CLAUDIA DOCABO

La iniciativa de crianza y salud cuenta con 23.000 seguidores en redes

21 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Lucía Camba (Lugo, 1989) es cofundadora, junto a su pareja Manuel Viso, jefe de hematología del Hospital San Rafael, de Malumecuida, un proyecto de divulgación educativa nacido en el 2019 que cuenta con más de 23.400 seguidores en Instagram. A través de su perfil en esta red social, crean contenido sobre crianza y salud. Fruto de esta comunidad, montaron una tienda en línea de material educativo innovador y una academia a través de la que imparten formaciones para escuelas infantiles y familias.

—¿Qué pueden encontrarse sus seguidores en la cuenta de Malumecuida?

—Somos creadores de contenido divulgativo sobre educación, crianza respetuosa, alimentación saludable para la familia y salud. Yo soy educadora infantil, especializada en pedagogías activas, estimulación musical temprana, disciplina positiva y nutrición infantil. Mi pareja y yo hemos creado un tándem entre salud y educación, ya que creemos que son dos aspectos que deben ir de la mano. Debido a la falta de información disponible para las familias y profesionales de la educación, se despertó en mi un reto que me motivó a seguir formándome al máximo y transmitir mi conocimiento a las familias, y en ello sigo.

—¿Cómo empezó en el sector de la divulgación educativa?

—Desde pequeña he tenido dos pasiones: la educación y la música. Soy cantante profesional y desde los 15 años trabajé en el mundo de la música, pero siempre tuve la ilusión de verme como educadora. A raíz de estar muchos años trabajando como cantante y ver que tenía la espinita de la educación infantil, porque me apasiona sobre todo la infancia y la etapa de 0 a 6 años es la que más me gusta, me empecé a formar en ello. Gracias a dos profesores que tuve vi un mundo increíble donde no se está dando importancia a esa etapa. Me empecé a formar mucho sobre ello y trabajé en A Coruña en una escuela, pero vi que había muchas carencias en cuanto a formar a educadores. Sigo formándome mucho para poder transmitir mis conocimientos tanto a miles de familias como a educadores para que nos reseteemos y nos reciclemos, porque es muy necesario. Estamos muy anclados con el tema de la educación y tenemos que desterrar muchas cosas que se hacen con nuestros niños y que no tienen beneficios, sino todo lo contrario.

—¿Y como creadora de contenido?

—Con el tema de las redes sociales, empecé con el proyecto a raíz de mi embarazo y fue creciendo muy rápido. Influencers bastante conocidas me han dado su apoyo desde el principio y eso ha hecho que el crecimiento fuese más rápido y me impulsó al emprendimiento. Fue todo de la mano. Estoy muy contenta por ello.

 —¿Cómo es el día a día en su trabajo?

—A raíz de la pandemia, la transformación del teletrabajo ha hecho que también permita conciliar. Cuando eres madre, especialmente cuando no tienes familia en la ciudad en la que resides, la conciliación puede llegar a ser muy complicada. Me ha hecho resetear y soy ese tipo de persona que con la pandemia teletrabajaba y ahora siempre lo hago. Mi vida es levantarme, llevar a mi hija a la escuela infantil, llegar a casa y, desde el despacho, ponerme con el ordenador. Ahí empiezo a programar el contenido de redes, a controlar la tienda y el correo electrónico... Después, me voy al almacén. Lo hago todo yo: las fotos, creo el contenido de redes sociales, contacto con los proveedores, preparo los pedidos, creo y pongo fecha a los talleres... Mi día a día es ese. Hasta las tres de la tarde corriendo, porque esto ha ido creciendo y cada vez es más trabajo. Cuando llega mi marido con la niña del colegio, intento centrarme en mi faceta como madre, aunque, al teletrabajar, a veces estoy en el parque o haciendo recados con mi hija y sigo trabajando. La cara B de mi trabajo es que, a veces, es complicado desconectar porque estás con el móvil y el ordenador a mil.

—¿Cómo organizan el trabajo con los centros educativos?

—En los centros educativos públicos, lo que hacemos es ponernos en contacto y ofrecer todos nuestros talleres y asesorías personales. Agendamos fechas y listo. A nivel privado, por ejemplo, con la escuela de Padre Rubinos de A Coruña, vamos a través de una empresa que se encarga de la gestión a nivel gallego de homologaciones oficiales. Vamos llevando los talleres por centros privados. Los ayuntamientos también se están empezando a interesar un montón por estos talleres, con el tema de primeros auxilios, por ejemplo. Estamos innovando en ir llevando estas formaciones a pueblos próximos entre sí y las ofrecemos también en línea para que puedan hacerse desde cualquier lugar del mundo. Además, ahora empezamos a hacer talleres de juego libre para las familias. Intentamos llegar a centros sociales de pueblos que no tienen un espacio educativo y trasladar estas formaciones allí.

—¿Los organizan solo en Galicia?

—De momento, sí. Pero nos están preguntando mucho en Madrid, Barcelona y Asturias. Como hay mucho interés en otras comunidades autónomas, nos estamos planteando fechar en otras zonas.

«No debemos creernos lo primero que nos dice nuestro entorno»

Lucía Camba considera que, aunque se están dando pasos para mejorar la educación y hacer más saludable la vida familiar, «todavía queda mucho por hacer».

—¿Cómo valora la situación de la educación actual?

—En cuanto a las familias, considero que no es una tarea fácil. Cuando somos padres, estamos muy perdidos porque no hay un acompañamiento a las familias. Puede parecer una labor de sentido común, pero como se entremezclan las tradiciones familiares y mitos sobre la crianza, lo trastoca mucho. Si las familias estuvieran mejor acompañadas y más empoderadas con este tema, fluiría todo muchísimo mejor. Por eso, uno de nuestros retos es poder darles las mejores pautas porque hay mucha desinformación. En cuanto a las escuelas infantiles, Cataluña es una comunidad autónoma referente en los pasos a seguir en cuanto a crianza consciente y respetuosa. En Galicia, poco a poco los centros se van poniendo las pilas, pero queda muchísimo para conocer las necesidades reales de los niños en el aula. Afortunadamente, las últimas generaciones lo van transformando, pero queda mucho por hacer.

—¿Qué retos tienen en Malumecuida actualmente?

—Por un lado, seguir llegando a muchísimas más familias para que conozcan nuestro proyecto y acompañarles. En la academia, nuestro reto es seguir creciendo. Vamos a contar con diferentes profesionales de distintos ámbitos de la crianza y también vamos a expandirnos al público general. En Galicia, el reto es transformar los centros educativos en cuanto a alimentación y empoderar a la población, sobre todo en cuanto a primeros auxilios, para que se puedan evitar muchísimos accidentes y actuar en caso de emergencia. Además, nuestro objetivo es cambiar la perspectiva en los materiales de juego. Estamos transformando mucho este tema. Nuestra intención es desterrar los juguetes de plástico, con pilas y que lo hacen todo y cambiarlos por materiales más sostenibles, como la madera, y que sean más sencillos para que propicien la creatividad de los niños y el juego libre. Sueños a largo plazo son también sacar un libro y llegar a tener nuestro centro físico, trabajando duro para que sea un referente en Galicia.

—Relacionado con las transformaciones en los juegos, ¿entra también lo relativo a los roles de género?

—Las familias deben darse cuenta de que no existen juguetes para niños y juguetes para niñas. Es importante que los niños también jueguen con muñecas y que las niñas tengan su banco de herramientas, y que en las escuelas se trabaje mucho este tema, al igual que la educación emocional basada en la disciplina positiva. Es muy importante el acompañamiento en esto durante los primeros años de vida de los niños. Tenemos que saber cómo funciona su cerebro para entender que no nos retan, que no son caprichosos y que lo que necesitan es acompañamiento. Lo que queremos es eso, que aprendamos a acompañar tanto en el juego como en la alimentación y en el desarrollo psicomotor.

—¿Qué consejo le daría a padres y educadores?

—Por un lado, que se busquen la vida. Que se informen, que no se queden con la primera opinión que les den. Hoy en día, tenemos muchas herramientas y libros maravillosos. Las familias y profesores tienen que seguir leyendo. También debemos utilizar las redes sociales bien. Hay personas que divulgan contenido maravilloso al respecto. Buscarse la vida va a ayudar a tomar decisiones en la crianza. No debemos creernos lo primero que nos dicen las personas de nuestro entorno, a veces hay que dudar de ello, porque, si no, dejamos de hacer cosas que son necesarias a la hora de educar a nuestros hijos.