Regla Dávila: «Estoy satisfecha por haber eliminado las chabolas en Penamoa y Orillamar»

Loreto Silvoso
loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

ELLAS

MARCOS MÍGUEZ

La jefa de servicio de Acción Social del ayuntamiento coruñés  logró este hito «con el apoyo de todas las concejalías y de las entidades»

18 nov 2019 . Actualizado a las 10:55 h.

Entramos en la oficina central de servicios sociales del ayuntamiento. A través de la ventana se mezcla el gorgoteo de la fuente de Cuatro Caminos con el tráfico más calmado de las cinco de la tarde. Aunque sorprenda, hay unos cuantos funcionarios prolongando su jornada. Incluso está la concejala Yoya Neira; pero hoy ponemos el foco en su número dos, Regla Dávila (Cádiz, 1959), porque la Asociación de Amas de Casa, que preside Rosa Otero, le acaba de dar un premio a toda su trayectoria.

-Enhorabuena por el homenaje.

-Ha sido una sorpresa y una satisfacción enorme. Es una muestra de generosidad por parte de la entidad; sEllasolo he hecho mi trabajo.

-Dice Rosa Otero que la eliminación de las chabolas en Penamoa se la debemos a usted.

-El Ayuntamiento tomó la iniciativa para poner fin a esa situación y a mí me tocó hacer esa parte del trabajo. Pero lo hice con el apoyo de los compañeros de servicios sociales, de Urbanismo y también de las entidades, que ayudaron muchísimo.

-Pasó horas en las chabolas.

-Teníamos localizadas a las familias que vivían allí y conocíamos los puntos más vulnerables de cada una y en qué había que trabajar para lograr su reinserción. Lo de Penamoa fue un esfuerzo muy intenso de varios años.

-Cuando echa la vista atrás, ¿de qué se siente más orgullosa?

-Estoy satisfecha por haber participado en los cambios de la ciudad en la que vivo. Cambios en algunos barrios y colectivos con debilidades, de las que, poco a poco, logramos que salieran.

-¿Por ejemplo?

-Penamoa, Casablanca, Oleoducto, los arcones de Orillamar, el callejón de Veramar…

-¿Qué otros recuerdos tiene de sus primeros años?

-Teníamos mucha ilusión. Éramos 24 personas en servicios sociales para toda la ciudad. En ese momento estábamos en el centro de Monte Alto y en María Pita. Ahora somos más de 200 y tenemos 22 equipamientos cívicos.

-¿Cómo han cambiado las cosas?

-El perfil de usuario ha cambiado. El ciudadano ya no solo se acerca a demandar ayudas asistenciales, sino también para los programas preventivos, de ocio y culturales.

-Un cambio de concepto.

-También porque hay una oferta pública muy buena. Los centros cívicos ya se ven como espacios para encontrarse con los vecinos.

-¿Se han universalizado?

-Todos compartimos los servicios sociales. Y es ahí cuando se produce la verdadera integración.

-¿A quién le dedica el premio?

-A todos mis compañeros, tanto funcionarios como el personal de los centros cívicos. Aunque, si una administración no se implica, por mucho que un funcionario quiera, no saca adelante su trabajo.

-Pues 25 años dan para mucho color político diferente.

-He visto muchas corporaciones.

-¿Algunas mejor que otras?

-Todas han dejado algo bueno, algunas más que otras. Y todas han tenido también sus debilidades. Algunas también más que otras.

-En 25 años pasó por 5 alcaldes. ¿Cuál recuerda con más cariño?

-Me pone en un compromiso.

-Pues, ¿cómo ve a la alcaldesa?

-Creo que tiene un talante dialogante y afán de resolver.

-Complete: «El nivel de los servicios sociales en A Coruña es…»

-Muy bueno, pero podemos mejorar y debemos mejorar todavía más. [Sonríe]

«Se murió Rocío Jurado y ya no me felicita nadie por la Virgen de Regla»

Dice Regla Dávila que el premio de la Asociación de Amas de Casa por sus 25 años de trayectoria le ha supuesto «una inyección de ánimo para seguir e intentar mejorar. Si tengo algún momento bajo, quiero acordarme de ese día y pensar que lo que hago vale la pena», comenta la jefa de Acción Social del concello coruñés.

-¿Ve mucha desesperación?

-Las necesidades están ahí. Sigue habiendo mucha precariedad, los salarios no son buenos, los contratos, pequeños. Hay gente que, aún teniendo un sueldo, se tiene que apoyar en ayudas puntuales.

-Es un área en la que suele haber más quejas que felicitaciones. ¿Es ingrato su trabajo?

-Una con los años se acostumbra. Servicios Sociales no puede permitirse un trato frío con la persona. Intentamos dar respuesta a todo, pero la ayuda se puede demorar o no ser suficiente.

-¿La burocracia frustra?

-Ata mucho y frustra. Tienes que dar respuesta a una necesidad y eso lleva un tiempo de gestión. En Servicios Sociales, la respuesta exige mucha inmediatez. A veces, incluso, en el día.

-Tiene un nombre muy singular.

-Es la patrona de Chipiona y mi familia es de Cádiz. Cuando Rocío Jurado salía en la tele, en la procesión, lanzando vivas a la Virgen de Regla, todos se acordaban de felicitarme por teléfono. ¡Se murió Rocío Jurado y ya no me felicita nadie! [Risas]

-Cádiz y A Coruña, hermanadas.

-Son dos ciudades muy parecidas, con un término municipal muy pequeño, tienen la misma patrona (el Rosario) y viven de cara al mar. Mi padre trabajaba en el sector pesquero, yo me vine con once años y A Coruña se convirtió en mi ciudad.

-¿A cuál quiere más?

-Pues cuando estoy en Cádiz echo de menos Coruña y viceversa.

 

Quién es ella

Regla Dávila es «una funcionaria ejemplar que, desde la más escrupulosa discreción, trabaja en favor de la justicia social y de los más desfavorecidos». Con estas palabras la Asociación provincial de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios de A Coruña le entregó a Regla Dávila el Premio a la Participación Ciudadana 2019. Fue en el transcurso de un acto celebrado en Palexco el pasado 25 de octubre, Día de la Amistad.