«Los chicos no soportan que yo les gane»

A Laura Lista (Arteixo, 2002) le brillan hasta las pecas de la cara cuando se pone a hablar de su pasión por las carreras de coches. Esta joven piloto de 16 años debutó en el mundo del autocross a los 13 años y ya no quiso parar.

-¿Cómo lleva esto de ser la única chica del circuito?

-Es raro ver a una chavala. En el gallego hay más, pero que corran todo el campeonato de España en mi categoría, solo estoy yo.

-Y corre como una más.

-Bueno, los chicos no soportan que yo les gane. No lo llevan bien. [Risas] Creo que es porque no están acostumbrados.

-¿Resquicios machistas?

-[Y Laura hace honor a su apellido y responde:] No noto machismo, pero tampoco favoritismos por ser niña. Aquí somos todos iguales. Y al acabar la carrera, charlamos siempre como si no acabáramos de salir a competir.

-¿Cómo se metió en esto?

-Mi padre siempre corrió. Y yo empecé en la categoría júnior de carcross hace tres años.

-Él es su gran apoyo.

-A mí me empezaron a gustar los coches desde pequeñita; luego salió la opción de competir y me dije: «Pues vamos a probar». Me gustó y ahora no voy a cambiar.

-¿Es la adrenalina al volante lo que más engancha de esto?

-Bueno, es una sensación..., a ver cómo se lo explico. A algunos les gusta el fútbol porque se despejan, ¿no? Pues yo me pongo el casco y me olvido de todo lo demás.

-Y no le tiene miedo a nada.

-El primer día que salí, sí, porque salimos todos al mogollón y todos queríamos ganar, claro. Pero después ya le cogí el gustillo.

-¿Qué consejo le dio su padre?

-«Vete despacio, ¡pero gánales!». [Sonríe] Siempre me dice eso.

-Menuda quimera...

-Bueno, quiere decir que hay que ir con cuidado. Esto es un deporte de contacto con ciertos límites. Tampoco puedes ir a pasar por encima de todos...

-¿Y su madre? ¿Qué le dice ella?

-«¡No salgas!». Ja, ja... [Interviene la progenitora: «Es que a mí no me gusta el carcross. El turismo, sí, pero el carcross lo veo más peligroso. Este año su padre le regaló otro coche por su cumpleaños y yo estoy deseando que vaya al carrozado»].

-¿Otro coche? ¿Cuántos tiene?

-Tres.

-Tres coches y todavía no se puede sacar el carné de conducir.

-Me estoy sacando el de moto.

-¿Cuál es su punto fuerte?

-La salida. Es lo que se me da mejor. Dicen que en esto salgo a mi padre.

-¿Capacidad de reacción?

-Tengo buenos reflejos.

-¿A qué velocidad se pone?

-A 110 kilómetros por hora. Vamos limitados, ya ve.

-¿Y nunca tuvo un susto?

-Afortunadamente, no. Mi padre, sí, en varias ocasiones. Él si ve un hueco, se mete, pero yo no me meto en muchos fregados. También es verdad que él tiene más experiencia y está más acostumbrado a ir delante. Lo de ir detrás no le gusta nada. [Ríe]

-¿Hasta dónde le gustaría llegar?

-Esto es como un pasatiempo. Tengo claro que hay que estudiar, así que siempre intento compaginar las dos cosas. [Laura va quinta en la clasificación de esta temporada en su categoría del circuito nacional de Autocross].

-¿La competición le roba mucho tiempo?

-Sí, a veces, me tengo que marchar el jueves o el viernes y pierdo clases, porque las carreras son por toda España. Y este año he ido a todas.

-¿Qué tal lleva los estudios?

-Los llevo bien. Paso para segundo de bachillerato. [«Es muy estudiosa», apostilla la madre].

-¿Y después, qué hará? ¿FP o Universidad?

-Universidad. Quiero estudiar Ingeniería Mecánica.

-¿Cómo es su relación con los profesores? ¿Saben a qué se dedica?

-Sí, en el instituto de Monelos son muy comprensivos conmigo. Casi todos los lunes me preguntan qué tal me fue en la carrera.

-¿Y sus amigas?

-A ellas esto no les llama la atención como a mí, pero, si hay carreras cerca, vienen a apoyarme. Lo que pasa es que casi todas las competiciones son fuera. A diez horas de coche muchas veces.

«Mis compañeros del instituto me dicen: ‘¿Y tú te montas ahí?’»

Laura Lista se ha pasado todo el verano aprendiendo de mecánica en el taller de la familia. Hoy domingo estará compitiendo como copilota de su padre Jacinto, en el Rallymix (de asfalto y tierra), que se celebra en Arteixo. ¡Y ras!

-¿Qué tal se le da ser la Luis Moya de su padre?

-¡Muy bien! Incluso leyendo las notas que no son mías, como me pasó una vez. Hicimos una prueba en el Rally Terras de Auga y, como nos vimos delante, nos motivamos tanto que al final se nos rompió el motor. Pero lo íbamos llevando bien. Salimos a disfrutar.

-Lo admira mucho, ¿no?

-Es a quien más admiro. Es en quien me fijo.

-Y usted donde ve una bujía...

-Normal. Yo ya iba a las carreras de autocross en la barriga de mi madre.

-¿Qué le dicen en el instituto?

-«¿Y tu te montas ahí?». Les sorprende que haga esto. No hay mucha gente que esté en el instituto y que, al mismo tiempo, esté corriendo un campeonato de España. Y menos, una chica.

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