El molino de Xan García, que tiene más de un siglo, ennoblece al río Samo

CRISTÓBAL RAMÍREZ

CURTIS

cristóbal ramírez

No funciona desde hace 14 años, pero es un auténtico y maravilloso museo

01 jul 2023 . Actualizado a las 13:00 h.

El Samo puede presumir de nombre. El investigador Fernando Cabeza cree que «como Sama, en Asturias y, respetando otras opiniones, a mí me parece que lo más verosímil es considerarlo como procedente de una raíz prerromana sem-, agua tranquila, en alusión al discurrir tranquilo del río en algún lugar de su curso, y de ahí nacerían estos hidrotopónimos».

El excursionista que se acerque al Samo en cualquier punto comprobará que los datos anteriores serán correctos o no, pero le vienen de maravilla a esa corriente que nace en Mesía, allá donde el municipio casi linda con el de Curtis. Porque de bravo no tiene nada ni en su origen, ni en el medio, ni en el final.

El punto de partida de la excursión —sin duda alguna en bicicleta mucho mejor que en coche, si es posible, y llevándose el mapa recomendado porque se impone dar muchas vueltas por pistas sin señales— es la iglesia de San Martiño de Cabrui, con su campanario del siglo XVIII y unas magníficas lápidas. Por cierto que al lado del centro social espera un parque infantil y abre sus puertas el bar-restaurante A Taberna.

El siguiente objetivo es Pazo (primera desviación a la izquierda dejando atrás la iglesia). Es esta una zona alta, separada del nivel de las olas por más de 400 metros en vertical y visualmente manda el eucalipto y las praderas, si bien se distinguen masas boscosas no muy grandes de coníferas. Se impone bajar a O Río, seguir de frente por un camino ancho y tapizado de verde para encontrarse de nuevo con el Samo.

Después la primera y minúscula población que se deja a la espalda lleva el nombre de Mou, y el Samo corre abajo, a la izquierda, por un estrecho valle. La corriente se adivina pero no se ve, oculta entre un no muy ancho pero sí denso bosquete de ribera.

Y pasado Mou (el río precioso que se salva luego no es el Samo sino un afluente), primera a la izquierda rumbo a Albixoi para llegar a un par de casas con una construcción en el medio que no es otra cosa que el viejo molino de Xan García. Un hombre así llamado lo construyó hace por lo menos ciento diez años. Quien lo cuenta es su bisnieta, persona muy amable que se aviene a mostrar el interior, el cual, lógicamente, está abandonado porque desde que hace 14 años ya no trabaja. En pocas palabras, aquello es un auténtico y maravilloso museo. «A miña avoa chegou aquí con oito anos», recuerda la mujer, y gracias a ese dato sitúa cronológicamente el molino.

Marcha atrás y cuatro veces consecutivas a la izquierda para plantarse en el Samo. El mapa señala ahí otro molino, pero en este caso no hay manera de localizar sus restos ni nadie sabe dar razón de él.

INICIO

43º07’11”N 8º11’46”W.

XAN GARCÍA

43º06’12”N 8º13’11”W.

LA AVENTURA

Localizar el segundo molino.

MAPA RECOMENDADO

Instituto Geográfico Nacional. 70-II.