Cuatro municipios optan por vados «disuasorios»
20 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Más de doce horas estuvieron unos vecinos de Miño, un concello con gran número de visitantes durante el verano, sin poder sacar su automóvil del garaje el pasado domingo pese a contar con una línea amarilla delante de su casa que indica que está prohibido aparcar. Detrás de este problema, que una de las afectadas califica como «surrealista», ya que desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde tuvieron taponado el acceso, está que no existe servicio de grúa que retire el vehículo infractor.
Desde el consistorio precisan que «ao igual que ocorre noutros moitos concellos de similares características, nunca houbo un servizo de grúa municipal». Justifican que no cuentan con este apoyo porque «suporía un gasto elevado que non é doado de asumir en municipios deste tamaño». Desde el ayuntamiento indican que entienden «as molestias que pode ocasionar un acto incívico como este e poñemos todos os medios dos que dispoñemos para solucionalos a través da Policía Local, que está vixiante para que non ocorran e, aplicando o regulamento, sanciona ao infractor».
El problema sucedió en la rúa Extremeiro, frente a la playa Grande y delante del conocido como triángulo que se utiliza como zona ORA. En este caso, los vecinos llevan luchando, desde que se pusieron en vigor los vados por que les concedan uno, pero la altura del aparcamiento, construido y con licencia desde hace cuatro decenios, no se ajusta a los requisitos exigidos. El Concello había pintado una línea amarilla para impedir que se estacionase, ya que los buses necesitan espacio para girar en ese punto, pero tras este incidente el viernes reforzó la medida con la instalación de bolardos y señalización vertical.
No es el único concello que opta por vados disuasorios aunque no cuente con servicio de retirada de vehículos. En esta situación también están Cambre, Carral e Irixoa. Algunos municipios, como es el caso de Sada, Betanzos o Culleredo, no cuentan con una grúa municipal, pero llegan a acuerdos con empresas que les ofrecen atender este servicio.
La tarifa que se abona por retirada de vehículo varía según el concello. Va desde los 63 euros de Betanzos en caso de un turismo, a los 86 euros de Arteixo, los 98 de A Coruña (que cobra 1,03 por cada hora en el depósito) o los 120 euros de Oleiros. Los conductores a los que se les retira el vehículo no solo tienen que pagar esa cantidad por la grúa, sino que, a mayores, se les impone una sanción. En el caso de Cambre, es de 200 euros (100 si se paga en menos de 20 días), similar a lo que sucede en Oleiros por cualquier estacionamiento irregular.
Tanto Curtis como Irixoa están preparando una ordenanza de vados. Son concellos que no tienen capacidad económica para mantener por sí mismos este servicio y en estos momentos no están tensionados por el aparcamiento. «Nós o que facemos é moita pedagoxía para que a xente respecte as zonas sinalizadas e pintadas ás entradas de vehículos», precisa el alcalde de Curtis, Javier Caínzos.