¿Por qué no dan los permisos para construir el colegio?
Frustración. Esa la palabra que mejor define el ánimo de la comunidad educativa del Colegio Coruña British School que ve cómo las continuas demoras en la tramitación urbanística del Concello de Culleredo hacen que, desde hace 7 años, no hayan podido comenzar las obras del nuevo colegio. Y tiene pinta de que la cosa todavía va a demorarse más. No estamos hablando de hacer una fábrica o naves industriales. No estamos hablando de una actividad que pueda causar problemas medioambientales o molestias a los escasos vecinos de la zona donde se pretende construir. Tampoco estamos hablando del uso de fondos públicos o subvenciones, pues el colegio se va a construir mediante una iniciativa privada. Estamos hablando de educación, con mayúsculas. Eso que la gran mayoría de las personas pensamos que es una condición necesaria para que una sociedad avance y progrese. Por eso nadie se explica esta desidia por parte del Concello de Culleredo. La magnitud del problema se visualiza si explicamos que se trata de 370 alumnos —el próximo curso serán 420—, muchos residentes en el concello, que tendrán que seguir en una pequeña parcela de 5.500 metros cuadrados —de los cuales 2.000 están construidos—, adquirida para la puesta en marcha inicial del colegio en el 2015 y reformada para unos años de transición mientras el nuevo colegio se proyectaba y construía. Hoy, 7 años más tarde, no vislumbramos una fecha cierta. Lo que empezó como un colegio de niños de 3, 4 y 5 años hoy ya tiene alumnos de 12 años. Llevamos varios años en los que cuando ya parece que el expediente tomaba su curso, algo o alguien se cruza en el camino, y se vuelven a pedir nuevos informes, algunos ya parecidos a los anteriormente emitidos, y otros que ya se podrían haber solicitado mucho tiempo atrás de haber un interés real en agilizar la construcción de este centro educativo. A diferencia del concello, los trámites que se han tenido que cumplimentar en la Xunta, también complejos, han sido rápidos, por eso, fruto de esta comparación, surgen las dudas en la comunidad educativa sobre el porqué de tanto retraso en el concello. Si no hay verdadera voluntad política, o la había, pero esta ha variado, así debería expresarse para que se puedan analizar otras alternativas para su ubicación. Y si la voluntad política verdaderamente existe, como así se nos ha expresado, entonces es necesario depurar responsabilidades. JAime Concheiro. A Coruña.
No me llega el dinero
Es imposible hacer la compra y ajustar y ajustar y ajustar un número de veces infinitas el presupuesto. La bajada del IVA tiene un efecto irrisorio, que además queda totalmente escondido en el medio de un aumento de precios generalizado a causa del incremento de costes de las materias primas. Una botella de aceite ronda los 5 euros, una barra de pan, 80 céntimos, un kilo de fresas supera los cuatro euros, una botella de detergente, 8 euros, y suma y sigue. Mi nómina ya no suma. Se ha quedado sin recorrido. Luisa García. Lugo.