«Mi madre no se creía que hubiese dejado de mordérmelas»

CULLEREDO

ANGEL MANSO

27 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay mal que por bien no venga, porque lo que no consiguió un médico hace años -que le demostró con una endoscopia que las uñas que se comía Mairove le estaban haciendo daño al estómago-, lo logró un leve dolor de garganta que sintió durante el confinamiento. Fue mano de santo. Ya no se ha vuelto a comer más las uñas.

«Sí, me entró miedo. Una noche, cuando empezamos con la pandemia, me desperté con molestias en la garganta y me asusté porque empecé a pensar en la de veces que me llevo la mano a la boca para comerme las uñas y que podía coger el bicho y pasárselo a mi niña pequeña, que tiene 2 años y todavía duerme conmigo. Los cuido tanto [a sus tres hijos] a la hora de salir a la calle y luego resulta que estoy todo el día metiéndome la mano en la boca».

Fue así como esta venezolana afincada en Culleredo desde hace casi dos décadas cortó por lo sano. Un vicio en el que ahora ya no cree que vuelva a recaer tras más de dos meses de abstinencia: «Estuve el otro día viendo una película y me las llevé a la boca y pensé: ‘¡Qué asco!‘. Y ya me las saqué inmediatamente. Estaba emocionante la película, pero ahora que las tengo largas no me las pienso volver a morder».

Ni siquisiera su madre, que vive en Venezuela, le creyó cuando le dijo que ya no se mordía las uñas: «Ella siempre me vio con las uñas fatal y cuando le dije que ya no me las comía no me creyó. Le tuve que enviar fotos para que lo viera con sus propios ojos. Incluso le envié una que salía con las uñas pintadas y pensó que eran postizas. Tuve que enviarle otra con ellas sin pintar».

La pandemia también le ha servido a Mairove para ponerse en forma: «El primer mes hacía hasta 3 y 4 bizcochos a la semana y no duraban ni 24 horas. Y empecé a coger peso. Así que como mi hijo hace ejercicio, tiene pesas, y mi marido se compró hace tres años una cinta que la usó el primer mes y estaba cogiendo polvo en casa, me puse a hacer ejercicio. Ahora hago cinco kilómetros en la cinta y luego mi hora de pesas y ejercicio. También veo tutoriales en Internet y cada vez voy haciendo un poco más», dice esta vecina de Culleredo a la que ya se le notan los resultados: «Noto que tengo bastante definidas las piernas y los brazos». Mairove sale del confinamiento totalmente renovada.