Rodrigo Iglesias: «Cuando llegué no había Guardia Civil en Culleredo»

d. Vázquez CULLEREDO / LA VOZ

CULLEREDO

Comenzó a trabajar de sargento cuando se abrió el puesto y su ascenso a brigada lo obliga a un cambio de destino

12 mar 2020 . Actualizado a las 23:58 h.

Rodrigo Iglesias Vila (A Coruña, 1975) se acaba de despedir del puesto de la Guardia Civil de Culleredo, a donde llegó en agosto del 2007 desde el País Vasco. Llegó como sargento, pero su ascenso a brigada el verano pasado le obliga a un cambio de destino y trabajará ahora en A Coruña en un puesto más burocrático.

-¿Cómo han sido estos 13 años en Culleredo?

-Complicados porque el puesto se abrió cuando nosotros vinimos, no había Guardia Civil en Culleredo. Fue un puesto de nueva creación y hubo que asumir toda la logística que conlleva una apertura…

-¿Cuánto se avanzó?

-Abrió como un puesto ordinario, al mando de un suboficial, y en seis meses lo recatalogaron como principal, donde el catálogo es superior y al mando está un oficial, en ese caso, un teniente. Si en el ordinario todos trabajan en todo, en el principal se estructura un área de atención al ciudadano, otra de prevención de la delincuencia y otra de investigación.

-¿Tiene mucha conflictividad Culleredo?

-No deja de ser el mismo volumen de trabajo que la zona periurbana de A Coruña, hay una problemática aquí más específica que en otro lado como puede ser la violencia de género, quizás por el tipo de población, más joven…, pero nada trascendental. Los puestos de Arteixo, Oleiros y Culleredo andan igual.

-¿Qué suceso le impactó más?

-Hay de todo.

-¿Le tocó cubrir el de los descuartizados de Fonteculler?

-Sí, ya estaba aquí. Unas personas descuartizadas que aparecieron en una fosa séptica en el 2009, también una señora en un domicilio que había fallecido y no tenía familia, y según los médicos llevaba cinco o seis años muerta y momificada. Un caso muy doloroso y delicado de un menor desaparecido que se suicidó en las vías de tren; dar la noticia a los padres fue un golpe muy duro. Otra señora mayor murió y acabó siendo devorada por sus propios perros, muchos suicidios…

-¿Y como gratificante?

-La experiencia y el aprendizaje. Sacar lo mejor de cada uno para poder darle un buen servicio al ciudadano y en un sitio y con un volumen de trabajo como este, porque en Galicia es una de las zonas, junto con la periurbana de Vigo, de las más importantes.

-¿Se marcha con pena?

-Sí, porque después de tantos años creas raíces y vínculos profesionales. Además, es el tiempo máximo que llevo en una unidad y siempre tienes pena de dejar una a la que ya estás acostumbrado, pero en la vida hay que evolucionar. También es bueno afrontar nuevos retos. Además, la Guardia Civil es muy polivalente en cuanto a funcionalidad, destinos y especialidades.