El gobierno de Rioboo inicia un plan para erradicar las pintadas callejeras

Elena Silveira
Elena Silveira CULLEREDO / LA VOZ

CULLEREDO

PATRICIA BLANCO

Un sistema innovador permite borrarlas con un chorro de agua

18 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las pintadas son uno de los principales problemas de civismo que tienen los ayuntamientos del área coruñesa, y el Concello de Culleredo ha puesto en marcha esta misma semana un plan de limpieza para erradicarlas de los espacios públicos. Según confirmaron desde el gobierno local se trata de una actuación contra este tipo de actos vandálicos que afectan a muros, mobiliario urbano, puertas o aceras. «Es el entramado urbano el más afectado por estas acciones. Espacios como el paseo marítimo de O Burgo aparecen deteriorados por este motivo», explicaron desde el gobierno local.

Este plan, según adelantaron los responsables municipales, se abordará en dos fases. La primera, que acaba de empezar, se centra en la limpieza de las pintadas. De hecho, esta semana los operarios de la empresa contratada han trabajado en O Burgo, cambiando por completo el aspecto de algunas de las instalaciones que hay en el paseo de la ría, empleando una máquina que borra la pintura en los materiales afectados, ya sea piedra, madera, metal o cristal. 

Un tratamiento especial

La segunda fase consistirá en el tratamiento y consolidación de las zonas afectadas. En este sentido, los responsables municipales confirmaron que se empleará un elemento especial para evitar los daños que puedan ocasionar nuevas pintadas. «Consistirá en una limpieza química que no daña el material sobre el que se aplica, manteniendo su aspecto, textura y transpiración», explicaron los técnicos. La clave de este sistema reside en que si se vuelve a producir una pintada se podrá eliminar con un simple chorro de agua. «Se impide así que se impregne de forma agresiva», añadieron.

El alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, explicó que con este plan de limpieza de pintadas se pretende mejorar la imagen del municipio, «que se ve muy dañada por estas conductas incívicas», dijo. En este sentido añadió que el gobierno municipal recurrió a un producto novedoso para «minimizar los efectos negativos que producen las pintadas», dijo.

En todo caso, el regidor apeló a la conciencia de todos los ciudadanos para que se respete el patrimonio dañado y que es «de todos los cullerdenses». Con este tipo de actos incívicos «se perjudica a todos» y, además, tal y como añadió, supone un gasto extra para las arcas públicas. 

Colaboración ciudadana

Algunos vecinos de O Burgo confirmaron ayer que los vándalos actúan en el mobiliario urbano, sin diferenciar entre propiedades públicas o privadas. Explicaron que los incívicos suelen respetar las paredes en las que existe algún grafito pintado, pero «lo que hacen en realidad no es decorar, sino manchar». Usuarios del paseo marítimo también explicaron que todo el recorrido está manchado con pintadas y ello desluce un entorno privilegiado. En este sentido, el alcalde de Culleredo recordó que estas pintadas son actos vandálicos y, como tales, son sancionables con multas. Hizo un llamamiento a los vecinos del municipio para que denuncien estas acciones incívicas y llamen a la Policía Local para coger in fraganti a los infractores.