«Un alcalde debe ser, vivir y querer a su ayuntamiento. Y yo lo hago»

Elena Silveira
Elena Silveira CULLEREDO / LA VOZ

CULLEREDO

CESAR QUIAN

El socialista cumplió un año como regidor tras la marcha de Sacristán. Dice que su reto será lograr de nuevo la mayoría

17 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace un año que José Ramón Rioboo Castro (Almeiras, 1972) accedió a la alcaldía de Culleredo. Su antecesor y mentor, Julio Sacristán, se jubiló dejando tras de sí un denso legado socialista pero también un gobierno en minoría que consigue sacar adelante los proyectos importantes para el municipio gracias al apoyo puntual de Ciudadanos y la Marea Veciñal. A pesar de las dificultades, Rioboo defiende la gestión de su equipo y espera quitarse «la espinita» de la minoría en las próximas elecciones municipales.

-Es novato en la alcaldía, pero conoce bien los entresijos del Concello.

-El funcionamiento del Ayuntamiento, desde luego, no es algo nuevo para mí. Durante 15 años trabajé como funcionario laboral y conozco bien cada departamento. Entrar en el gobierno local y estar al lado de Julio Sacristán fue muy positivo porque me hicieron más maduro en la gestión de lo público. Un alcalde debe ser, vivir y querer a su ayuntamiento y yo creo que reúno esas tres condiciones. Mi pasión, después de mi familia, es Culleredo. En eso Julio es muy parecido a mí y fue lo que nos volvió a unir.

-¿Cómo valora este primer año en la alcaldía?

-De forma muy positiva. Tengo un grupo muy cohesionado en el que cada uno asume su responsabilidad perfectamente, con experiencia y autonomía. Yo hago labor de coordinación e intervengo para tomar decisiones finales, pero estoy plenamente satisfecho con mi grupo, aunque evidentemente ambiciono más cosas para mi municipio.

-¿Cuáles son esos retos?

-Salvar los escollos para sacar adelante el PGOM o, por ejemplo, crear un observatorio del rural centrado en potenciar este entorno. Es necesario vertebrar el municipio para que la marca Culleredo cale en la sociedad. Así, mi gran reto es que los vecinos se sientan orgullosos de vivir aquí.

-¿Y cuál ha sido la bestia negra en su gestión durante este año?

-La gran «espinita» que suelen tener los gestores públicos es no contar con la suma necesaria en un gobierno. Es difícil gobernar sin mayoría absoluta. En todo caso nosotros estamos en una situación óptima porque Ciudadanos y Marea tienen claro que deben trabajar por los intereses de los vecinos, al contrario que otos grupos que solo entorpecen y embarran el terreno para que las cosas no salgan adelante. Aprobamos las cuentas municipales en abril y, aún así, en solo seis meses tramitamos más contrataciones que nunca: estamos a punto de cumplir el 95 % de los presupuestos, tanto en obra como en servicios.

-Las elecciones están a la vuelva de la esquina. ¿Ya están trabajando en la lista, en el programa?

-Somos un partido nacional con las fechas marcadas y tomaremos las decisiones cuando toquen. En Culleredo será complicado, porque hay un gran equipo de gobierno. Pero habrá que introducir nuevas figuras para que continúen con la estela marcada. Pero bueno, todavía no pienso en el último fin de semana de mayo...

-¿Podría perjudicar al PSOE la atomización de partidos que existe en Culleredo?

-No lo creo. No lo hizo en las elecciones pasadas: conseguimos nueve ediles sobre los 11 que sería la mayoría. El PSOE sigue siendo el principal referente en Culleredo y los ciudadanos tendrán que valorar si quieren un gobierno con mayoría suficiente o no. Creo que estamos en un gran momento para el partido, con el PSOE en la Diputación, en Madrid y, dentro de poco, también en la Xunta... Y Culleredo tendrá que estar ahí.

-¿Pide consejo a Sacristán?

-Siempre que lo llamo me coge. Él debería tener las puertas del Concello siempre abiertas y ser escuchado. Su opinión es experiencia.

«Mi partido debe hacer un gesto con la ría de O Burgo»

Las últimas polémicas sobre la gestión metropolitana reflejaron en los medios de comunicación cierto distanciamiento entre los alcaldes.

-La sensación que se percibe es que la unión entre los ayuntamientos se ha debilitado.

-Pues mi sensación, por lo menos en las reuniones, es que seguimos unidos y siempre llegamos a acuerdos. Otra cosa es que algunos lancen mensajes de posicionamientos diferentes por intereses políticos.

-¿Se refiere al alcalde de Oleiros?

-Él es el primer ente discordante. El caso es que en las reuniones hay unión pero después se dicen cosas públicamente diferentes para poder sacar réditos políticos. Cada uno gestiona un ayuntamiento como quiere, pero yo tengo claro que no haré cosas para perjudicar al municipio de al lado. Solo tendrá mi oposición si perjudica a mis vecinos.

-¿Qué le parece que el Gobierno central pida ahora a los ayuntamientos que aporten fondos para dragar la ría de O Burgo?

-Aunque pertenezco al PSOE, mi responsabilidad es defender los intereses de mis vecinos. Mi partido debe hacer un gesto con la ría de O Burgo para que se genere un entorno limpio y de calidad. Los ayuntamientos ya hicieron los deberes, por lo menos Culleredo, y ahora tendrán que buscar ellos la financiación necesaria.

-¿Qué ve cuando pasea por Culleredo?

-Veo lo bueno y lo malo. Apunto las cosas que no me gustan y hago autocrítica. En mi última etapa profesional era todo mucho más rápido, pero en la Administración va todo mucho más lento de lo que uno espera, y más con los cambios que se produjeron en la ley de contratos, porque hemos perdido inmediatez. El dinero público hay que gestionarlo con la máxima eficiencia y nosotros, por lo menos lo más urgente, lo tramitamos con la mayor celeridad posible.