Prevé retranquear semáforos, mejorar la señalización e instalar más vallas protectoras para evitar cruces indebidos
16 oct 2018 . Actualizado a las 11:55 h.El alcalde de Culleredo, José Ramón Rioboo, confirmó ayer que su equipo de gobierno estudia aplicar diversas medidas en el entorno de la confluencia de la AC-213, la avenida de Galicia, la costa da Lonxa y la calle Alexandre Bóveda, en O Burgo. Es decir, en la zona conocida como el cruce de O Raxo. El objetivo, según explicó el regidor, es incrementar la seguridad vial, especialmente para los peatones.
En concreto, en el cruce semafórico del inicio de la rúa Alexandre Bóveda (una vía que es competencia de la Diputación provincial), se prevé retranquear el semáforo para situarlo más alejado de la rotonda, en el entorno de la confluencia con la calle San Antonio. «De esta forma se mejorará la visibilidad del cruce por parte los conductores que bajan», explicaron desde el gobierno local. Esta medida se completaría con la instalación de más vallas protectoras entre el arcén y las aceras que impidan un cruce indebido en el entorno de la rotonda.
Asimismo, el Concello de Culleredo cuenta con un proyecto para reforzar la señalización semafórica en esta zona, aunque todavía está en fase de estudio. Los responsables municipales adelantaron que la iniciativa consistiría en la instalación de semáforos de preaviso, con luces indicativas, en la AC-213 (la titular de esta vía es la Xunta), así como en la avenida de Galicia. Esto favorecería que los conductores se percatasen de la presencia inmediata de semáforos y, así, reduzcan la velocidad de la marcha evitando situaciones de peligro.
Por otro lado, desde el Concello indicaron que, a demanda de los vecinos, se ha incrementado el tiempo de duración de la luz verde para los peatones. No obstante, los responsables municipales anunciaron que se valorará aumentar aun más la frecuencia «si es preciso, en combinación con la necesaria fluidez del tráfico», indicaron. De hecho, este cruce de caminos es uno de los más transitados del centro de O Burgo, tanto por coches como por peatones, y donde cualquier incidente puede originar el colapso en las vías.
Desde el gobierno local aclararon también que la valla tirada en la rotonda lleva unas semanas caída, pero «ya se está en trámites para su reposición», explicaron.