En la ría de O Burgo y su entorno hay censadas 133 especies de aves acuáticas. Es uno de los puntos de Europa mejor dotado para el avistamiento de este tipo de animales. Sin embargo, también es el vertedero de la comarca coruñesa. Al menos, hasta hace poco, ya que los ayuntamientos han hecho un ingente esfuerzo en los últimos años para reducir el número de vertidos de aguas fecales y residuales a la ría. A pesar de que tan solo se producen ahora «escapes» puntuales, la salud de la ensenada sigue maltrecha y pendiente de que se aborde su dragado, una tarea que corresponde al Ministerio de Medio Ambiente. De hecho, la promesa del Gobierno era iniciar este año las obras para la regeneración de la ría de O Burgo, pero el proyecto sigue a la espera de que se resuelvan las alegaciones. También en los Presupuestos Generales del Estado se incluyó este año una partida de un millón de euros y la previsión de siete más hasta el año 2020 pero, en realidad, la ejecución del proyecto precisaría más de 50 millones de inversión. El colectivo de mariscadores es el más implicado en las reivindicaciones para regenerar la ría que se remontan a casi dos décadas atrás.