El retraso del dragado de la ría deja a los mariscadores con el agua al cuello

Iago Sánchez / C. A. A CORUÑA / LA VOZ

CULLEREDO

MARCOS MÍGUEZ

Los lodos son los principales responsables de la escasez de bivalvos en la zona

11 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de dos meses cerrada, la ría de O Burgo volvía ayer a la actividad con resultados decepcionantes. «Antes sacabas tanto marisco que no podías con él, ahora lo que extraes no te da ni para pagar impuestos», dice Andrés Pena, presidente de la agrupación de mariscadores a pie. Cuarenta y cinco euros, eso lo que se lleva, de media, un mariscador después de toda una jornada de trabajo como la de ayer. A eso hay que sumarle que estos profesionales, debido a las mareas, solo trabajarán doce días este mes. Una vez restados los impuestos, a cada uno le quedarán en torno a 300 euros para pasar todo el mes. «Es reventarse la espalda para nada», lamenta Steven un mariscador de 23 años.

Que la ría de O Burgo está en mal estado no es nada nuevo, pero ahora la situación amenaza con dejar sin pan a decenas de familias. Los lodos impiden que el marisco se asiente y la capacidad de producción de la ría se ve seriamente comprometida. «En el último año ya ha habido tres o cuatro personas que han dejado el carné de mariscador», apunta Andrés, y es que para ellos, el dragado es el único remedio para sacar a flote la maltrecha ría.

Hace un año que deberían haber empezado las labores de drenaje. Pero el tiempo pasa, las obras no empiezan y el futuro pinta negro para los trabajadores. «Yo hasta que no vea las máquinas en la ría, no me pienso creer nada», explica Pena. Los viejos del lugar aún recuerdan cómo en los años ochenta, miles de personas vivían de la ría, ahora, poco más de 30 bajan todos los días a faenar. «Mi madre ganaba en medio año lo mismo que un español medio y trabajaban la mitad de lo que trabajamos nosotros», dice Steven.

Es el resultado de años de contaminación y vertidos que han provocado que los lodos se acumulen y vayan matando la vida de la ría poco a poco. «Es de las más contaminada de Europa. Es una vergüenza cómo tienen esto», afirma Steven, en referencia a una ría que, si estuviera adecentada, podría llegar a dar trabajo a 500 personas, según el presidente de la agrupación de mariscadores.