Un muro de dos metros para poner en cuarentena la Cros

Á. M. Castiñeira

CULLEREDO

Las ruinas de la antigua fábrica, en el 2006
Las ruinas de la antigua fábrica, en el 2006 . Iago Viana

El Concello de Culleredo tomó esa decisición en abril de hace diez años

14 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Cros, ese esqueleto gigante de la arquitectura industrial pegado a la ría de O Burgo, era diana de las protestas vecinales. El complejo esperaba desde hacía años una obra para transformarlo en un centro cultural, y mientras, se había convertido en un foco de problemas.

Por eso, el Concello había decidido ponerlo en cuarentena. Para evitar que nadie se acercase a unas ruinas contaminadas y con evidente peligro de desprendimientos, las rodearía con un muro de dos metros de altura.

Así, cerrada a cal y canto, esperaría la Cros su rehabilitación. Faltaban aún cinco años para que se completase la primera fase de los trabajos. Y sería también la última hasta hoy, cuando las estructuras de hormigón siguen luciendo desnudas a la espera de que, si el plan ideado para ellas no cuaja, cualquier otro proyecto pueda devolverlas a la vida.