Los mariscadores reclaman una actuación contundente de la administración
24 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En plena crisis por la situación que arrastra la ría, en decadencia progresiva desde hace dos décadas, y apenas un par de días después de que los presupuestos de la Xunta volviesen a decepcionar a quienes apenas sobreviven con la explotación del estuario, los furtivos volvieron ayer por la tarde a campar a sus anchas en el banco marisquero de O Burgo.
A media tarde, los mariscadores -que han encadenado sucesivos paros de actividad indeseados por la aparición reiterada de niveles elevados de toxina en las aguas- dieron la voz de alarma por la actividad en la orilla más próxima al colegio Santa María del Mar de un grupo de personas, sin permiso obviamente, que estaban recogiendo almeja en aguas de la ría.
En total, explicaban, eran ocho. «El 1 de julio tipificaron el furtivismo como delito. Y desde entonces por aquí no vino nadie. Sin embargo, la actividad furtiva ha repuntado al ver que no actúan y no se hacen redadas», explicaba Andrés Pena, presidente de los mariscadores de a pie.
El colectivo cumplió con el procedimiento estipulado en estos casos y denunciaron la situación. «Llamamos a la sala de operaciones. Te cogen el recado, pero aquí no aparece nadie», indicó Pena, que reclama una actuación contundente para finalizar con el furtivismo.