Restos del muro derribado en Acea de Ama siguen en la zona un mes después

El Concello de Culleredo ejecutó el pasado 28 de diciembre en Acea de Ama la demolición de un muro en estado ruinoso de cuyo peligro de caída habían alertado los vecinos después de que se desprendiese parte de la estructura. El Ayuntamiento procedió a notificar al propietario del muro, un particular, la orden de derribo, de cara a garantizar la seguridad de los ciudadanos. Transcurrido el período estipulado para ello, y sin que el dueño procediese a la demolición, fue el ejecutivo local, a través de la Concejalía de Urbanismo, el que la ejecutó de manera subsidiaria, pasando después las costas al propietario. En su momento, los vecinos de la zona celebraron la medida, ya que se terminaba con un foco de peligro, pero transcurrido un mes, critican ahora que no se haya procedido a retirar los escombros y restos de construcción tras la demolición. En la zona, ayer, aún se podían ver las vallas, así como el cordón de protección de la Policía Local.

«Está case peor», manifestaba una vecina. «Perigo non, pero mira a imaxe que dá», valoró. «Esta calle [Mosteiro de Sobrado] está muy dejada. Son cuatro plazas de aparcamiento menos», apuntó otra, manifestando su temor de que se acabe llenando «de basura». Sin embargo, desde el Concello apuntaron ayer que hasta ahora se estuvo pendiente de los informes de valoración de los técnicos para pasarle las costas al propietario, pero que los restos serán retirados «a semana que vén». La zona es usada como aparcamiento por numerosos vehículos cada día, además de ser lugar de paso obligado para todos aquellos que viven en las inmediaciones y se mueven a pie por el lugar.

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