Anda el sector turístico muy preocupado con los resultados de la campaña estival. El bajón lógico del pasado año tras el efecto Xacobeo se ha convertido en una pendiente sin fin y son muchos los hoteleros y hosteleros que auguran un verano infernal en cuanto a números. Hay quien los tacha de pesimistas perpetuos, pero los datos son los datos y el pésimo rendimiento de Alvedro, en los peores números de la última década, no hace más que incrementar ese desastre económico y laboral.
Las quejas del sector turístico son variadas. A la tradicional falta de recursos se ha sumado una extraña apuesta por Internet en busca de un perfil de viajero que en poco se asemeja al tradicional visitante coruñés. Las críticas se hacen por el momento en voz baja, pero el descontento crece.
Quizá sean las fiestas de María Pita el dinamizador que se precisa para captar nuevos tráficos. La Tall Ships Race prevé atraer por sí sola 600.000 visitantes y el cartel de eventos de este año aumenta de nivel. A los eventos tradicionales, se suma un cartel del Noroeste con una fi gura de rango internacional, Mika. El tiempo, el buen tiempo, será otra clave para sellar el éxito final.