Una vecina de la víctima de Monelos: «El día de su muerte la policía me enseñó una foto de la presunta asesina»
A CORUÑA CIUDAD
Los residentes en la zona están conmocionados por el suceso que terminó con la vida de una mujer de 91 años en el barrio. «Días antes la vi caminando agarrada del brazo de una mujer y me sorprendió, era muy precavida», asegura una conocida
15 oct 2025 . Actualizado a las 14:04 h.Los vecinos de Monelos, barrio en el que vivía la supuesta última víctima de Remedios Sánchez (Boimorto, 1957), una asesina en serie condenada en el 2008, están conmocionados por el suceso. La mujer, C. G. V. de 91 años, vivía en el número 95 de la Avenida de Monelos y el día de su muerte, el pasado 3 de octubre, fue a comprar, como hacía a menudo, a un pequeño súper ubicado justo al lado. «Vino para comprar yogur», indicó el responsable de la tienda, Karma, muy afectado en el programa Voces de A Coruña de Radio Voz.
La víctima vivía en la planta cuarta. Tras su muerte varias patrullas policiales se acercaron a la zona. «De noche me timbraron dos agentes. Me enseñaron la foto de una mujer y me preguntaron si la conocía. Les dije que no. En ese momento ya sospeché que se trataba de un asesinato, pero no les pregunté. Les escuché decir que había que hacerle la autopsia», relata María Jesús, residente en el sexto. «Somos un vecino por planta. Ella era muy precavida y reservada, no abría la puerta ni al cartero porque no quería que entrase nadie en su casa, por eso me sorprendió tanto verla días antes de su muerte del brazo con una mujer por la calle. No sé si era la asesina o no», relata María Jesús, que añade: «Era muy humilde, si tenía joyas las tendría guardadas en casa porque iba siempre muy sencilla».
A pesar de que vivía sola, la víctima estaba muy arropada por su familia. «Tiene dos hijos que viven cerca, sus nietos venían a visitarla y estaban siempre en contacto», dice María Jesús. Tras su muerte, le sorprendió no ver nada en las noticias al día siguiente de los hechos. «Como tenía la sospecha de que la habían matado, por lo de que vino la policía a preguntar, lo comenté con alguna vecina y me decían que era una exagerada. Al tener 91 años su muerte no es sorpresiva, pero lo normal es que sea por causas naturales». La fallecida tenía dos hijos, un hombre y una mujer y tres nietos. Deja además siete hermanos.
Los vecinos se enteraron de su velatorio por los hijos de la víctima. «Colgaron un cartel diciendo que su madre había muerto y que el velatorio sería en San Tirso de Mabegondo, por eso yo no pude ir, ya que no fue en A Coruña. La velaron dos días y el entierro fue el día 8», cuenta María Jesús.
«Era muy precavida, no le abría la puerta ni al cartero»
La gran pregunta para los vecinos de Monelos es cómo Remedios Sánchez se ganó su confianza. «Es muy raro porque era muy precavida, no sé si esta mujer, que ya mató antes a otras señoras mayores, sabe como liarlas. Igual les da pena contándoles alguna historia triste», dice María Jesús.
«No entiendo cómo hizo, si entró detrás de ella en el portal y tampoco dónde se estaba quedando esta tipa durante sus días de permiso», dice el responsable de la tienda de abajo de la casa de la víctima, Karma. Asimismo, se pregunta cómo es posible que con su historial, la conocida como «matayayas», pudiese disfrutar de un permiso. «¿Por qué ese día estaba suelta en la calle esta asesina de mujeres? Es un fallo de la Justicia», indicó.
En el barrio todos definen a la víctima como una persona muy agradable. Algunos se enteraron de que fue presuntamente asesinada por los medios, ya que en un primer momento todo apuntó a una muerte natural por una caída fortuita en el baño. Según los forenses fue atacada por la asesina, que le causó una muerte violenta por asfixia, además de fracturas costales.
El juez ha decretado el secreto de sumario sobre el asesinato de esta vecina de Monelos. La investigación del 091 tendrá que aclarar ahora cómo y cuándo se conocieron Remedios y C. G y si el móvil del crimen fue económico, como ya sucedió en los anteriores asesinatos.
Remedios Sánchez disfrutaba de un permiso ordinario de varios días concedido tras años de cumplimiento de condena y buena conducta cuando se produjeron los hechos. Fue detenida el día 8 en la cárcel de Teixeiro donde cumplía penas que sumaban más de 140 años de prisión por tres asesinatos consumados y varios intentos cometidos en el verano del 2006 en Barcelona, aunque la legislación vigente establece un límite efectivo de cumplimiento de 25 a 30 años.