Matthew Shumway, animador de «Lilo & Stitch»: «Stitch tenía que estar a la altura, trabajo en esto gracias a él»
A CORUÑA CIUDAD

El estadounidense, nominado al Óscar, será ponente en el congreso de Mundos Digitales el próximo 5 de julio en A Coruña
03 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Matthew Shumway (Estados Unidos, 1978) es uno de los supervisores de animación más versátiles y experimentados de Industrial Light and Magic (ILM), la compañía de efectos visuales fundada por George Lucas para la creación de los efectos de Star Wars. Entre sus creaciones destaca el tigre de La vida de Pi, el león Aslan de Narnia o el oso de El renacido, con el que fue nominado a un Óscar en el 2016. Ahora, el experto en crear animales y otras criaturas, llegará a la ciudad el próximo 5 de julio para formar parte del congreso Mundos Digitales, donde hablará de los retos e ilusiones que le ha supuesto crear a Stitch, que él define como «el pequeño extraterrestre azul» y que logró que se enamorara de su oficio.
—Habrán sido casi tres años de mucho esfuerzo para hacer la película, ¿cómo ha vivido usted la responsabilidad de dar vida a un personaje tan querido como Stitch? ¿Con qué sensación se queda?
—Lilo & Stitch siempre ha ocupado un lugar especial en mi corazón. Me acuerdo de visitar el estudio de Disney Feature Animation en Florida en 1998, cuando aún estaba en la universidad. Me enamoré por completo de la idea y me emocioné muchísimo al verla por fin en el 2002. Lilo & Stitch acabó convirtiéndose en una de mis mayores inspiraciones. Poder contribuir de alguna forma a su legado es un honor increíble y que no me tomé a la ligera. Stitch tenía que estar a la altura, porque yo soy animador hoy en día gracias a él.
—¿Cuál fue el reto principal para trabajar en la animación de Stitch? Está especializado en la animación de animales y este personaje, aunque se asemeje a uno, es un extraterrestre. ¿Qué ha tenido que aprender para animarlo correctamente?
—Siempre es un reto asumir un personaje nuevo. Aunque este no es un animal hiperrealista (con los que suelo trabajar mucho), las bases son las mismas. La dificultad añadida aquí era que Stitch es un personaje de dibujos animados en 2D muy querido. Traducirlo a un mundo de acción real era todo un desafío. Stitch tenía que ser 100 % creíble cuando interactuaba con Lilo. Aunque no existen alienígenas como Stitch, sí hay muchos animales en los que nos inspiramos: bulldogs franceses, koalas, mapaches, ¡e incluso nuestras propias familias! Muchos animadores grabaron vídeos de referencia de sus hijos. Eso aportó una inocencia maravillosa y una conexión especial con Lilo.
—En Stitch converge la humanidad que puede tener alguien que acaba de aterrizar en nuestro planeta con, digamos, «el salvajismo del espacio exterior». Desde el punto de vista de la animación, ¿cómo ha sido trabajar en estas dos caras del personaje?
—Esa es una de mis cosas favoritas de Stitch. Tiene un arco de personaje increíble. Fue creado con muchísimo cuidado y cariño por el equipo original, Chris Sanders y Dean DeBlois. Desde el punto de vista de la animación, fue divertidísimo. Nos permitió ser muy locos y exagerados cuando la escena lo pedía, pero también nos dio margen para momentos muy sutiles y delicados de actuación. Mantuvo a todo el equipo de animación motivado y en alerta. Muy pocos personajes tienen un rango tan maravilloso.
—Ahora la inteligencia artificial está en boca de todos y parece que se están olvidando las emociones. ¿Cuál es su punto de vista como persona que se encarga de dar vida a personajes a través de, al fin y al cabo, una máquina?
—La IA cambiará inevitablemente la forma en que creamos. Se siente como el paso de la animación tradicional a la animación por ordenador. Al final, la gente quiere personajes que emocionen e historias bien contadas. La IA puede generar imágenes, pero ¿son las imágenes adecuadas? ¿Son imágenes que atrapan? ¿Cuentan historias que el público quiera seguir? Creo que tenemos que superar esta fase de «asombro» con la IA. Surgirán cineastas que sabrán usarla como herramienta para contar sus historias. Mientras tanto, veremos muchas imágenes bellamente renderizadas pero carentes de narrativa y lenguaje cinematográfico, porque es una novedad divertida. Espero que logremos un equilibrio. Como artista, lo que me gusta es crear. Escribir un simple prompt me resulta menos emocionante. Sin embargo, si la IA puede desarrollar herramientas que me permitan animar más rápido y con mayor eficiencia.
—Ha trabajado con directores del calibre de Iñárritu, Ang Lee y Ron Howard, entre muchos otros. Dentro de su especialidad, ¿cómo se combina la visión de los personajes entre departamentos? ¿Cómo se compaginan esas visiones diferentes?
—Eso es precisamente lo genial de trabajar con tantos artistas talentosos. Como supervisor, tienes que reconocerlo y hacer todo lo posible para apoyar sus ideas y asegurarte de que se sienten cómodos para proponerlas. Una buena idea puede venir de cualquiera del equipo. Es fantástico cuando los animadores intercambian ideas entre sí. Crea un ambiente de trabajo realmente enriquecedor.
—Cuando era pequeño me acuerdo de quedarme impresionado con Aslan en «Narnia» por su realismo y, años más tarde, me pasó lo mismo con el oso grizzly de «El renacido». En lo que respecta al reino animal, ¿en qué ha tenido que poner especial atención para darles forma en la gran pantalla? ¿Qué es lo que diría que ha aprendido de la relación entre el cine y los animales en este tiempo?
—Crear animales realistas en efectos visuales es una de las tareas más complejas y exigentes. La mayoría de la gente sabe cómo es un león o un oso, así que si no conseguimos que cada pelo se mueva correctamente, el espectador se desconecta. En cuanto a la animación, tienes que cuidar hasta el más mínimo detalle. Incluso cómo aterrizan las uñas en el suelo. Es un proceso lento, pero marca la diferencia. Queremos que el público no piense en la animación. Solo debería importarles lo que Aslan le dice a Peter o cómo el oso ataca salvajemente al personaje de Leonardo DiCaprio.
—En los últimos años estamos viendo una proliferación de retornos de películas animadas a una versión más realista. ¿Cuál es su opinión al respecto? ¿Supone un reto respetar la expresividad y recuerdo de los espectadores por el dibujo animado de la película con el realismo que busca la adaptación?
—Tengo sentimientos encontrados, como muchos otros artistas. Por un lado, Lilo & Stitch es, en mi opinión, una película perfecta. Así que, ¿por qué tocar lo que ya está bien? Para mí, poder animar a Stitch fue como un sueño hecho realidad. Y creo que de eso se trata para muchas personas: es como reencontrarte con un viejo amigo. Ha cambiado, pero el cariño sigue ahí. Evidentemente, algunas de estas adaptaciones han sido más acertadas que otras, pero lo bueno es que el original sigue existiendo. Así que si no te gusta la dirección que tomó la nueva versión, eso no debería restarle valor a tu amor por la original. Si dejamos de lado el aspecto comercial, que por supuesto está muy presente y es una razón clave por la que se hacen estas películas, agradezco que estos personajes estén siendo reintroducidos a una nueva generación de niños. Para mí fue un momento muy especial compartir esta película con mi hija.
—Viene a A Coruña como ponente en el congreso de Mundos Digitales estos próximos días. ¿Qué busca transmitir?
—Estoy emocionado de estar en A Coruña. Realmente espero transmitir la alegría y dedicación que requiere crear una película como Lilo & Stitch. Espero poder inspirar a futuros animadores y cineastas a seguir sus pasiones. La industria cambia constantemente, pero eso no debería frenar tus sueños.
—¿Había estado en A Coruña antes? Además del congreso, ¿le dará tiempo a pasear por la ciudad? ¿Tiene ganas de visitar algo en concreto?
—Nunca había estado en A Coruña. Estoy muy emocionado. He venido con mi esposa y mi hija. Planeamos recorrer la ciudad caminando y descubrirla a fondo. Es el primer viaje de mi hija a Europa y nos encanta España. Vamos a echar mucho de menos la comida cuando volvamos a casa.
—Para todas aquellas personas que quieran dedicarse a la animación y a los efectos en este país. ¿Qué consejos les daría? ¿En qué cree que deberían poner el foco?
—Sé que hay mucho temor con el auge de la IA y, sí, tendrá un impacto en la industria. Así que hay que estar al tanto de las nuevas herramientas e incluso probarlas. Pero no hay que saltarse los fundamentos. Veo muchas películas hechas con IA que están muy mal construidas. ¿Por qué? Porque les falta base cinematográfica. La narrativa seguirá siendo el aspecto más importante del cine. Así que dibuja, escribe, pinta. Todas esas cosas analógicas maravillosas. Te enseñarán a frenar y a comprender realmente lo que estás intentando crear.
—¿Tiene algún nuevo reto próximamente que nos pueda decir? Sé que la película de «Lilo y Stitch» se estrenó hace poco, pero por lo que veo usted no para de crear.
—¡Todavía me estoy recuperando del pequeño alienígena azul que ha formado parte de mi vida estos últimos tres años! Cuando termine este viaje maravilloso por España, volveré al trabajo. Cuando no estoy supervisando, suelo animar en los proyectos que necesiten ayuda. Así que ya veremos con qué nuevas criaturas me encuentro al regresar.
—¿Tiene en su lista de deseos a algún personaje al que le encantaría dar forma? ¿Cuál?
—Este es otro caso en el que pienso que la película es perfecta y no necesita adaptación... pero si la hicieran, yo correría para trabajar en ella: The Iron Giant. Me encanta esa película. Es una obra maestra. En ILM lo recrearon para Ready Player One, de Steven Spielberg. Yo no trabajé en ese proyecto. Tengo esa espinita de animarlo. Así que esperaré con ansias a que Warner Bros haga esa película.
—Usted, por lo que veo, ve indispensable que los espectadores se queden hasta el final de los créditos. ¿Cree que falta más reconocimiento para todas aquellas personas que hacen posible un film?
—Ojalá los artistas que dan vida a estos personajes recibieran más reconocimiento. Entiendo que es difícil visibilizar a los cientos de personas que trabajan en estas películas, pero creo que es muy importante que quienes sí reciben atención reconozcan a quienes hicieron posible la película. Zach Galifianakis, que interpreta a Jumba, ha sido fantástico en ese sentido, elogiando públicamente al equipo de animación. Ese pequeño gesto significa muchísimo para los artistas. Han pasado meses o incluso años creando personajes para estas películas y que se les incluya tiene un gran valor. Ojalá más directores, productores y actores no se olvidaran de ellos durante las giras de prensa. Así que, la próxima vez que veas una película, quédate un poco más al final. Disfruta de la música y aplaude ese muro de nombres de artistas de efectos visuales que verás en los créditos.