A Coruña prende la mecha del San Xoán: «Con que acompañe el tiempo, todo irá bien»
A CORUÑA CIUDAD























































Miles de personas abarrotaron los arenales urbanos de la ciudad desde antes de la puesta de sol. El Ayuntamiento repartió más de 150 toneladas de madera para los centenares de hogueras que iluminaron la noche más corta del año
24 jun 2025 . Actualizado a las 01:23 h.El sol tardó en ponerse este lunes víspera de San Xoán. En el día más largo del año, no fue hasta las 22.18 horas cuando el astro rey desapareció por el horizonte, y con su marcha, la noche fue ganando protagonismo y las ganas de fiesta se hacían notar con fuerza a pie de playa. A pesar de la puesta de sol, la luz no tardó en conseguir hacerse paso. Centenares de hogueras fueron encendiéndose progresivamente en los arenales urbanos de A Coruña desde ya antes de la medianoche y con ellas se iluminó la noite meiga por la que miles de personas llevaban esperando impacientes sobre la arena, algunos incluso durante un par de días.
El tono más sentimental de los festejos lo puso el evento central: el encendido de la falla. Este año los encargados hacerla arder fueron los familiares de las históricas cantareiras homenajeadas por el Día das Letras Galegas junto con representantes de entidades culturales de la ciudad, integrantes del club de balonmano OAR, el escritor Manuel Rivas y la alcaldesa, Inés Rey. Con la imagen ya devorada por las llamas, llegó el turno de los fuegos artificiales y, tras ellos, los éxitos de La Guardia resonaron con fuerza en la explanada de Riazor.
Según las primeras estimaciones de la noche aportadas por el Ayuntamiento, en los alrededores de las playas de Riazor, Orzán y Matadero, así como en los barrios, se reunieron más de 190.000 personas. Un amplio dispositivo de seguridad y limpieza continuará activo durante toda la noche para garantizar el correcto desarrollo de los festejos.
El pistoletazo de salida para esta noche de San Xoán lo dio el reparto de la madera, que arrancó puntual a las 19.00 horas. Minutos antes, centenares de personas esperaban pacientemente por sus trozos de madera formando enormes hileras ante los puntos habilitados para el reparto mientras otra muchedumbre transitaba y observaba lo que sucedía a pie de playa desde el paseo marítimo.
El Ayuntamiento repartirá para esta noite meiga más de 150 toneladas de madera. Con el material en sus parcelas, los grupos que había repartidos por los arenales no tardaron en ponerse a apilar la madera para dar forma a sus hogueras entre gritos, bromas y consejos que detonan experiencia en estos menesteres. «Llevamos aquí 14 horas y no podemos esperar a que sea de noche», comentaban con cierto nerviosismo Saúl. «Solo tuvimos que esperar quince minutos a que nos dieran la madera», añadió.
Daniel Castro y su amigo Romeo llevan apenas tres horas en la playa porque formaron relevos con el resto de compañeros para hacer la espera más llevadera. Es la primera vez que van a disfrutar de la noche de San Xoán en la playa y sus expectativas son comedidas. «Con que acompañe el tiempo, todo irá bien», afirma el segundo de los jóvenes.
Para Joseph Alexis, las expectativas están altas. «Espero socializar mucho, conocer a gente y hacer amigos», explica. Ha ido a Ferrol, Oleiros....pero es su primera vez celebrando San Xoán en el Orzán. A escasos metros de él, Guillermo Susacasa, con palo en mano, niega con la cabeza. Tiene un poco de miedo. «Me han robado la cartera muchas veces. Estás aquí hasta las 6 de la mañana y, de repente, cuando vuelves, adiós cartera», se lamenta. Plantea posibilidades. «De momento la tengo a la vista», apunta. Sentado delante de él, su compañero Iván se ríe mientras le tira un puñado de arena. «¡No te amargues que es San Juan!».
Más adelante, bajo el banderín que indica el acceso 6 a la playa del Orzán, Guillermo González y Waldy Herrera amontonan los trozos de madera con precisión de cirujano, como si manipularan una bomba de relojería. «El año pasado nos costó muchísimo encenderla y tuvimos que recurrir a por ayuda, pero creo que este lo haremos bien», comenta González mientras que Herrera continúa impasible con su dedicación. «Creo que las piñas funcionarán», apunta González. Han hecho turnos de 6 horas. No más. «Acabas quemado, nunca mejor dicho». Herrera rompe su silencio tras erguirse y sacudirse la arena. «La idea es socializar y pasarlo bien», resume.
Nicolás Bentancur y Pablo Simón, en cambio, parecen tener más confianza con su hoguera. Ubicados dos parcelas más a la izquierda, próximos al agua, los dos jóvenes coinciden con sus expectativas: «Pasarlo bien», exclaman al unísono. Sus amigos y ellos llevan mucho tiempo aquí, aunque repartidos de manera irregular. «Tenemos un amigo que echó veinte horas y yo llevo dos» comenta Simón mientras su amigo ríe. De todas formas, admiten que, en cuanto a lo que la noche depara, hay equidad. «Queremos pasarlo bien», apunta Bentancur.

El San Xoán, como la propia ciudad, tiene un sabor internacional. Manuel Marrero llegó de Cuba hace ya siete años. Se mimetizó al instante. Prueba de ellos, según cuenta, es que no se ha perdido ni una sola edición de este día. «Desde el primer año que llegué vengo a la playa a disfrutar. Llevamos toda la familia más de una semana organizándolo todo. Todos los que estamos aquí, más de 15, somos todos familia y hemos venido a pasarlo bien». Pero para pasarlo bien es fundamental tener provisiones. Y de eso van servidos. Tienen su propia brasa y, siendo aún de día, ya comienzan a a preparar la cena. «Hemos comprado cerveza, que es fundamental. De comer sobre todo carne, que nos gusta más que las sardinas», explica.
Emilio Freire hace tiempo jugando a las cartas en pleno Riazor con hija, Sofía. Son la avanzadilla. En poco tiempo llegará el resto de la familia. La noche de San Xoán es para ellos doblemente especial. Es el cumple de mamá. «Al caer en esta fecha el cumpleaños de mi mujer llevamos muchos años celebrándolo en la playa. Venimos de Cambre. He perdido la cuenta de cuántas veces». Llaman la atención porque han sido de los primeros en encender un fuego. Pequeñito, eso sí. «Lo hemos empezado para ir haciendo el churrasco» , cuenta Emilio.
Abel Domínguez es uno de tantos jóvenes que se organizaron para congregar a un grupo lo más grande posible. «Hicimos un grupo de wasap y se empezaron a unir muchas personas. Creo que al final de la noche seremos cerca de 50. Creo que hasta se nos ha quedado pequeña la parcela», relata.
Un grupo de italianos está apostado, por primera vez en su vida, en una playa coruñesa en el San Xoán. Son estudiantes de Erasmus. Sus compañeros ya los han advertido. Esta es la noche grande y no se puede faltar. «Todo el mundo hablaba de la celebración, así que nos organizamos unos cuantos para ir. No reservamos parcela, solo compramos bebida y unos sandwiches para cenar y nos plantamos en la playa. Gracias a Dios conseguimos sitio», cuenta Carolina Bianco.
Jornada sin incidentes
Con el arranque del reparto de madera, la alcaldesa Inés Rey valoró desde el Centro de Mando Móvil de la Coraza el arranque de la jornada. «Se desarrolló todo sin incidentes y de forma ejemplar. A las 5.30 comenzamos un operativo para velar por la seguridad de más de 120.000 personas que participarán en el San Xoán, no sólo en las playas sino también en los barrios», explicó.
En cuanto a la limpieza de las playas, la regidora exhortó a los más jóvenes a divertirse de forma responsable y a tener un ojo puesto en el medio ambiente. «Son la generación más concienciada de la historia, por eso les pedimos que estén un poco atentos y que hagan el pequeño esfuerzo de meter en una bolsita la basura que vayan generando. Así la foto de mañana no será igual no pareciese a la de los últimos años», pidió.
En cuanto a la idea, lanzada por el Ayuntamiento, de que el próximo año sean ellos los que parcelen los arenales, Rey aseguró que, de momento, hay «una autorrregulación perfecta» y que, según el desarrollo de la jornada, podría «no ser necesaria más regulación en ese sentido».
Convivencia pacífica entre parcelarios y bañistas en las horas previas
La de hoy es, con mayúsculas, la noche del año en A Coruña. La noite meiga. Y aunque la tradición no dice nada al respecto, lo de guardar sitio en los arenales se ha convertido en una costumbre más. Este lunes las playas del Orzán, Riazor y Matadero amanecieron parceladas casi por completo y llenas de jóvenes —algunos llevan desde la madrugada del sábado al domingo instalados en la playas— haciendo turnos para guardar su porción de arena delimitada para disfrutar por todo lo alto del San Xoán. Con el avance de las horas, la convivencia entre parcelarios y bañistas no entrañó ningún problema.
Hugo hizo durante la mañana de portavoz de un grupo de estudiantes de Escolapios. «Nuestro director es Alberte», comentó haciendo un homenaje al docente. Explicó que él y sus amigos pasaron la noche en el Orzán y, aunque cansados, «seguimos aquí y estaremos haciendo turnos hasta la noche, cuando nos juntemos todos». Dijo que habían dormido poco ya que no es como en casa: «Usamos las toallas para taparnos. No hizo frío pero no hemos dormido mucho, la verdad. Había mucho ruido, mucho ambiente...».
Sofía, Lola, Claudia, Silvana, Abraham, Chas, Victoria y Arantxa también pasaron la noche en el Orzán. Tuvieron frío, a pesar de que se trajeron el pijama de franela, mantas, sacos de cámping, almohadas e, incluso, un antifaz. También metieron en las mochilas cepillos de pelo, de dientes, colonia... lo imprescindible para estar como en casa. Lo que se olvidaron, y que no faltará el próximo año, serán los tapones de los oídos. «Lo peor es el ruido». Silvana confirmó que a las seis de la mañana le despertó otro joven jugando voz en grito con un balón. Y Claudia apuntilló: «Y a las seis y media comenzaron a descargar la madera en la playa».

El grupo aseguraba que estaban cansados, porque llegaron a la playa a las 10.30 del domingo. «Nos quedamos todos. Ni turnos ni nada», indica Sofía. Y tiene todo preparado para pasar otro día fuera de casa: «Ayer comimos tortilla francesa, rabas, empanadas y pollo rebozado. Cenamos bocadillos de chorizo y hoy comeremos algo que compremos en el súper», aseguraba mientras piensan en lo que tienen en las neveras portátiles. Todos tienen entre 18 y 20 años, aunque es la primera vez que es quedan a dormir en la playa. «Otras veces solo veníamos a la fiesta», concluye.
Previsión de 150.000 personas
El gobierno local prevé que alrededor de 150.000 personas llenen las playas urbanas de la ciudad para lo que desde las 5.30 horas de este lunes ya está activo el Centro de Mando Móvil de la Coraza, que coordinará a los cerca de mil efectivos desplegados de todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado. Desde las 22.00 horas estará prohibido bañarse en Riazor, Orzán y Matadero y tampoco se podrá acceder a los arenales con materiales no aptos para su quema en las hogueras.
La previsión meteorológica dice que la de hoy será una jornada marcada por el calor, con temperaturas que rondarán los 27 grados en las horas centrales del día, y algo de nubes. La jornada arranca con una bajamar a las 9.02 horas (la siguiente será a las 21.34 horas) y no habrá mareas altas hasta las 15.22 horas de este lunes y las 3.51 horas del martes.