Inés Rey, alcaldesa de A Coruña: «La vivienda es uno de los temas que más me preocupan»

A CORUÑA CIUDAD

La líder socialista asegura que la ciudad está en su mejor momento desde hace años y destaca los avances en movilidad, vivienda y grandes proyectos urbanos, además de un plan específico para los barrios.
01 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A mitad de su segundo mandato, Inés Rey hace balance de su gestión al frente del Ayuntamiento de A Coruña. La alcaldesa socialista destaca los avances en movilidad, vivienda y grandes proyectos urbanos, subraya que gobierna con diálogo pese a estar en minoría y no esquiva la confrontación directa con el PP. Reivindica su modelo de ciudad y reafirma su intención de volver a presentarse: «Tengo un proyecto a largo plazo y mi compromiso es con A Coruña».
—¿Cómo valora estos dos primeros años de mandato? ¿Considera que ha cumplido los compromisos adquiridos?
—Este mandato es realmente una continuidad del anterior. Tengo que decir, sin caer en el triunfalismo pero sí con optimismo, que la ciudad está en su mejor momento desde hace años. Nos lo dicen las cifras: ya superamos los 250.000 habitantes, tenemos la menor tasa de paro de los registros históricos y somos un modelo en políticas públicas para el resto de ciudades, como en movilidad, cultura o vivienda. Además, hemos sido la primera ciudad de Galicia declarada como zona de mercado residencial tensionado.
—¿Qué diferencias encuentra con respecto al primer mandato?
—El mandato anterior tuvo peculiaridades como la pandemia, que condicionó muchas decisiones. Aun así, pusimos en marcha medidas como los bonos Presco y desplegamos un paquete social muy potente. Veníamos de ocho años de parálisis municipal y en estos seis hemos liderado el crecimiento económico, social y cultural. Tenemos una hoja de ruta clara que apunta hacia una segunda gran modernización urbana. Hoy A Coruña es la ciudad referente del noroeste, la que está de moda y a la que todos quieren venir.
—¿Qué es lo que han logrado en estos dos años?
—Hemos demostrado que con firmeza y diálogo se pueden desbloquear grandes cuestiones. Cuando llegamos no había tren a Langosteira, ni estación intermodal, ni ampliación de Alfonso Molina. Hoy todo eso está en marcha. En movilidad, por ejemplo, con BiciCoruña ya superamos los dos millones de usos. También estamos reformando arterias principales como San Andrés o los Cantones, y en pocos días presentaremos un plan de barrios de 53 millones de euros. A esto se suma un plan de renovación de centros cívicos, la definición del futuro del autobús urbano y la primera fase del proyecto de reforma de la fachada marítima.
—Gobernar en minoría es difícil. ¿Cómo es la relación con el BNG, que les apoyó para la investidura?
—Gobernar en minoría no es sencillo si hay posiciones inamovibles, pero siempre he practicado el diálogo y la amabilidad. Hemos aprobado el 98?% de los asuntos que se han llevado a pleno, lo que desmonta el relato de que no hay diálogo. La crítica que hacen fuera no se sostiene con la realidad que vivimos aquí, que es diferente. El acuerdo de investidura se está cumpliendo; unas cuestiones van más lentas y otras ya se han resuelto, pero mantenemos un marco de colaboración estable.
—¿Qué objetivos se marca para estos dos años clave hasta las próximas elecciones?
—Seguiremos con un modelo de ciudad basado en la dinamización económica, la mejora de los barrios y la inversión en calidad de vida. Vamos a ejecutar un ambicioso plan de barrios, reformar instalaciones deportivas, abrir nuevos equipamientos como la pista multideporte en Los Rosales, y seguir impulsando la Cidade das TIC. También estamos haciendo foros participativos para diseñar el futuro del transporte urbano.
—¿Hay alguna prioridad especial para este final de mandato?
—La principal preocupación de los ciudadanos es la vivienda, y también lo es para nosotros. Somos la primera ciudad gallega declarada zona tensionada, lo que permitirá beneficios fiscales a inquilinos y propietarios. Hemos regulado las viviendas de uso turístico, puesto suelo público a disposición de otras Administraciones y aumentado la reserva de vivienda protegida en nuevos desarrollos como Xuxán o Visma. La Xunta solo ha construido 40 viviendas sociales en los últimos 15 años en A Coruña. Por suerte, ahora han entendido que esto es un problema real.
—La última encuesta de Sondaxe apunta a que el PSOE bajaría un concejal en las próximas municipales, pero la sitúa a usted como la líder más valorada.
—Creo que la única encuesta que realmente vale es la de las urnas. Valoro siempre con prudencia todas las encuestas, tanto las más favorables como las que no lo son tanto, sobre todo cuando aún faltan dos años para las elecciones. En cualquier caso, la gestión del gobierno municipal y la de esta alcaldesa están avaladas por los ciudadanos. Tenemos un modelo de ciudad claro y no hay una alternativa sólida ni un candidato que ilusione.
—En esta encuesta los ciudadanos reprochan al PSOE el incumplimiento de promesas y muestran su preocupación por la inseguridad.
—En las encuestas no se concretan esos supuestos incumplimientos. En cuanto a la seguridad, la preocupación ha descendido notablemente, entre otras cosas gracias a medidas como la aplicación de comercio seguro. Hay un discurso catastrofista sobre inseguridad y suciedad que no se corresponde con la realidad ni con las principales preocupaciones de los vecinos. La prioridad es la vivienda, y ahí es donde estamos actuando.
—El BNG critica que gobierna como si tuviera mayoría absoluta.
—Entiendo que la oposición hace su papel. Nosotros hemos mantenido un marco de diálogo con el BNG y seguimos trabajando en ello. No entraré en valoraciones personales ni en descalificaciones sobre mi carácter. Siempre he tratado con respeto a los demás grupos. Tenemos más concejales que ellos y mi deber es trabajar por la ciudad. Quien quiera acompañarnos tiene las puertas abiertas.
—¿Podía volver a repetirse un bipartito PSOE-BNG?
—Mi objetivo es obtener en las próximas elecciones una mayoría suficiente para que los coruñeses no tengan que esperar cuatro meses por unos presupuestos. No aspiro a un empate ni a pactos, sino a un respaldo que permita gobernar con agilidad y eficacia.
—¿Cree que la cuestión de confianza para aprobar los presupuestos de este año podría pasarle factura política?
—Gracias a esa fórmula, hoy los coruñeses disfrutan de unos presupuestos que ya se están ejecutando. Otros años se pactaron o se prorrogaron. Cada ejercicio económico tiene sus particularidades. En este caso, la oposición ni siquiera quiso sentarse a negociar.
—El portavoz del PP, Miguel Lorenzo, ha sido especialmente crítico con su gestión y con su figura como alcaldesa: que no se entera, que la pueden estar engañando, que José Manuel Lage concentra todo el poder...
—Este señor y su partido es lo más tóxico que le ha pasado a esta ciudad y a la política municipal en los últimos años. No tienen ni proyecto ni propuestas. Solo se dedican a obstaculizar lo que planteamos. Cuando esta persona haga una crítica política, haga una propuesta de ciudad o se tome en serio la política municipal, yo retomaré el diálogo.
—¿Ser mujer ha hecho más difícil su labor como alcaldesa?
—Como todas las mujeres, me enfrento a desigualdades. Desde una periodista hasta una vendedora del mercado o una investigadora, todas compartimos obstáculos. Soy la primera alcaldesa democrática de A Coruña, y eso refleja el camino que aún queda por recorrer. A las mujeres se nos cuestiona más, se nos juzga por nuestra vida personal, por nuestro aspecto físico, y se nos hacen preguntas que a los hombres nunca se les harían. Aún queda mucho por cambiar. Defiendo la igualdad y el feminismo con firmeza. No podemos permitir que se nos siga excluyendo o invisibilizando en tantos ámbitos.
—¿Cómo responde a quienes dicen que no se ha invertido en los barrios?
—Es una percepción que no se corresponde con la realidad. Hemos hecho obras y equipamientos en todos los barrios. Abrimos el polideportivo del Castrillón, prometido desde 2006, invertimos más de 10 millones en el mercado de Elviña, reformamos la escuela infantil, la plaza y las calles del entorno. En la avenida de Os Mallos también estamos actuando. Además, impulsamos la ronda peatonal, humanizamos calles como Pla y Cancela y ya se ha licitado el centro de salud de Santa Lucía. Incluso en zonas como Bens, donde no habían visto una grúa, invertimos más de un millón en saneamiento y asfaltado.
—¿Por qué cree que hay esa percepción entonces?
—Creo que hay un mantra de que todo va para el centro, pero luego en el centro se quejan de que todo va para los barrios. En los presupuestos hay 53 millones de euros destinados a un plan territorializado de inversiones, por distritos.
—¿Cuándo será la reapertura del mercado de Monte Alto?
—Será en diciembre. Hubo retrasos porque hubo que construir un mercado provisional, coordinar el traslado de la escuela infantil y resolver algunas cuestiones técnicas que obligaron a pedir prórrogas.
—Ha firmado recientemente un protocolo de cooperación en varias materias con el Ayuntamiento de Arteixo. ¿Ese modelo puede sustituir al de la antigua gran área metropolitana?
—Sí, creemos en esa línea de trabajo. Con Culleredo y Arteixo vamos a rehabilitar el complejo deportivo Montegolf, una instalación entre los tres municipios. Cada uno aportará una parte y solicitaremos la colaboración de la Xunta. También hay colaboración en gestión de residuos y otros servicios. Los ciudadanos viven en una realidad metropolitana y no entienden de fronteras administrativas. No descartamos el área metropolitana, pero no hay voluntad por parte de la Xunta para tramitar la ley. Mientras no exista esa disposición, nosotros actuamos con acuerdos prácticos y reales.
—¿Con Oleiros también hay esa buena relación?
—Sí, tenemos una cooperación fluida. Por ejemplo, modificamos la ordenanza del agua para que Oleiros pague menos y le cedimos un camión de bomberos específico que necesitaban. La ciudadanía quiere soluciones, no peleas políticas.
—Uno de los principales reproches de la oposición es la existencia de servicios sin contrato. ¿Cómo responde?
—Gestionar un Ayuntamiento implica enfrentarse a muchas cuestiones administrativas. Hemos licitado muchos contratos que venían en precario y seguimos modernizando la administración. La oposición no tiene modelo de ciudad y solo habla de contratos menores como los del vending. No hay rigor ni propuestas, solo fango, bulos e insultos.
—Entre los grandes proyectos, como los Cantones o Coruña Marítima, ¿cuál cree que será el más transformador o el de mayor calado?
—No se puede separar. Todo forma parte de un modelo global: la reforma de los Cantones, la política cultural, la fachada marítima, la vivienda... Es la segunda gran modernización de A Coruña, como lo fue en su día el paseo marítimo o los centros cívicos. El PSOE siempre ha liderado estos procesos de transformación.
—¿Qué es lo que más le preocupa actualmente, lo que le quita el sueño?
—Lo que más me ocupa es el bienestar de los ciudadanos. Si tuviera que destacar una cuestión concreta, sería la vivienda. Es un reto muy complejo y al que dedicamos muchos esfuerzos.
—¿Se plantea dar el salto a la política autonómica o nacional?
—Soy alcaldesa de A Coruña, me voy a volver a presentar a las elecciones y quiero seguir siéndolo. Tengo un modelo de ciudad y un proyecto a largo plazo. Mi compromiso inequívoco es con esta ciudad. Es el cargo más bonito que uno puede tener.
—¿No se lo han propuesto desde el partido?
—Insisto: soy alcaldesa de A Coruña y quiero seguir siéndolo.