Un viaje a Europa, premio por un proyecto para ayudar a los niños de la dana

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Antón Fernández Rodríguez, en uno de los pasillos del colegio
Antón Fernández Rodríguez, en uno de los pasillos del colegio O. S.

El coruñés Antón Fernández, alumno de Calasanz, es el único gallego entre los 50 ganadores de las becas Europa

26 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El primer verano después de terminar la selectividad suele ser uno de los más esperados para cualquier estudiante de bachillerato, pero este julio va a ser doblemente especial para Antón Fernández Rodríguez. Este alumno de segundo de bachillerato en el colegio Calasanz de A Coruña ha sido galardonado con una de las 50 becas Europa que cada año otorga el Banco Santander y la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, y que le llevará a un viaje durante 20 días por toda Europa, visitando las principales universidades y participando en un programa de conferencias, encuentros con personalidades de primer nivel del mundo académico, político y cultural; y participando en actividades culturales y de ocio.

Antón es el único gallego que ha conseguido acceder a este selecto grupo de estudiantes preuniversitarios de toda España con el que se busca potenciar el talento, premiar la excelencia y apoyar la creación de redes de liderazgo.

El camino hasta conseguirlo ha sido largo, pues empezó en enero del 2024 con unas primeras pruebas psicotécnicas y entrevistas personales; y también duro, porque desde otoño, los participantes que pasaron las primeras fases han tenido que compaginar su día a día en el curso más exigente de toda su carrera estudiantil, como es segundo de bachillerato, con la presentación y puesta en marcha de un proyecto que la organización de las becas centró este año en iniciativas que ayudaran desde la distancia a las personas afectadas por la dana.

«Pensé en que desde mi situación a quién más podía ayudar era a los niños, así que mi proyecto se centró en la creación de una plataforma donde dar clases de apoyo académico, pero también emocional a los niños afectados por las inundaciones», cuenta.

Así nació Conexiones para la esperanza, un proyecto que después desarrolló con otros siete participantes a las becas y que pusieron en marcha con una red de voluntarios; él mismo daba clases de apoyo a una niña valenciana de sexto de primaria dos días a la semana. «Fue increíble descubrir que cualquiera que se lo proponga puede ayudar tanto aún estando lejos», reflexiona ilusionado.

El pasado febrero, los 200 estudiantes seleccionados en la última fase pasaron un fin de semana en Madrid, donde presentaron los proyectos, realizaron entrevistas personales y compartieron todas sus experiencias. «Solo ese viaje a Madrid ya fue un auténtico regalo», reconoce emocionado; pero una semana antes de las vacaciones de Semana Santa llegó la noticia de que estaba entre los 50 finalistas que se irán de viaje este verano.

Admite que compaginar las pruebas con los estudios fue bastante exigente, pero la inquietud y las ganas por descubrir pudieron mucho más. Por no hablar de que en ese tiempo también participó en los Premios Literarios Minerva del Colegio M. Peleteiro -y ganó en la categoría de Poesía-; y también en varias olimpiadas de las que organizan las universidades por asignaturas: este fin de semana está en Córdoba representando a Galicia en la de Química. «Soy una persona muy inquieta y mis profesores lo saben, así que siempre me animan a participar en este tipo de proyectos».

Ahora, aprovecha para seguir estudiando, pues las pruebas de acceso a la universidad están a la vuelta de la esquina y tiene un objetivo claro: conseguir plaza en Medicina en Santiago el próximo curso, donde la nota de corte es muy alta. Está algo nervioso con la PAU, pero tiene confianza en sí mismo, las ideas muy claras y muchas ganas de seguir aprendiendo.