A Coruña pide que la Casa Cornide, la Casa Museo Casares Quiroga y la península de la Torre sean Lugares de Memoria Democrática

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La casa Cornide está en la calle Damas, en la Ciudad Vieja de A Coruña.
La casa Cornide está en la calle Damas, en la Ciudad Vieja de A Coruña. CESAR QUIAN

Esta denominación está destinada a lugares en los que se desarrollaron hechos de singular relevancia por su significación histórica

19 abr 2025 . Actualizado a las 12:01 h.

El Ayuntamiento de A Coruña remitió esta semana al Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática del Gobierno de España la petición formal para que tres espacios de la ciudad sean declarados como Lugar de Memoria Democrática. Se trata de la casa Cornide, la península de la torre de Hércules, punta Herminia y campo de la Rata y la casa Museo Casares Quiroga.

El concejal de Cultura e Turismo, y responsable municipal de Memoria Histórica, Gonzalo Castro, ya había adelantado el pasado 17 de febrero la intención de que la casa museo de la calle Panaderas figurara en este listado. «Desde o goberno de Inés Rey queremos poñer en valor aqueles espazos simbólicos na loita polos valores democráticos que existen na Coruña e que toda a cidadanía poida vinculalos a distintos feitos históricos», apuntó Castro.

Un Lugar de Memoria Democrática es aquel espacio, inmueble, paraje o patrimonio cultural inmaterial o intangible en el que se desarrollaron hechos de singular relevancia por su significación histórica, simbólica o por su repercusión en la memoria colectiva, vinculados a la memoria democrática, la lucha de la ciudadanía española por sus derechos y libertades, la memoria de las mujeres, así como con la represión y violencia sobre la población a consecuencia de la resistencia al golpe de estado de julio de 1936, la Guerra Civil, la dictadura, el exilio y la lucha por la recuperación y profundización de los valores democráticos.

En el caso de la casa Cornide, desde el Ayuntamiento y el Instituto de Estudios Coruñeses José Cornide se sostiene que cumple todas las condiciones de la Ley de Memoria Democrática para ser declarado Lugar de Memoria Democrática. Tanto el pazo de Meirás como la casa Cornide son dos perfectos ejemplos de la actuación de la dictadura en la ciudad. El matrimonio Franco-Polo el se instaló en otras casas para pasar sus vacaciones, arrastrando consigo una tupida red de influencias, relaciones y favores, pero estos dos edificios demuestran, tanto por el proceso llevado a cabo para su entrega, como en las posteriores actuaciones que en ellos llevaron a cabo durante años, como entendía la dictadura la no distinción entre lo público y lo privado.

En cuanto a la casa Museo Casares Quiroga, el informe remitido al Gobierno sostiene que esta espacio y sus moradores están íntimamente vinculados a la defensa de los valores democráticos desde que en ella se instaló Santiago Casares Paz, que tenía el cargo de concejal elegido por el partido republicano de A Coruña y fue alcalde de la ciudad durante un breve período de tiempo en el año 1917. Su hijo, Santiago Casares Quiroga, heredó estos valores y los defendió durante toda su actividad política, tanto desde su puesto de edil republicano en su ciudad como en el ejercicio de los cargos ministeriales que desempeñó en la Segunda República.

Para la ciudadanía coruñesa, la casa Casares es uno de los máximos referentes de la represión y de la barbarie cometidas por los franquistas, símbolo durante décadas del expolio del que fue objeto, tanto la casa como sus bienes inmuebles. De especial recuerdo por el tipo de documentación conservada es la enorme biblioteca perdida tras lo proceso represivo, recuperada en parte. La casa museo es uno de los espacios de mayor actividad en la actualidad, acogiendo múltiples actos de recuerdo y exaltación de los valores democráticos y de la memoria histórica.

Por último, se remitió la propuesta de que la torre de Hércules, Punta Herminia y el campo de la Rata también sean catalogados como Lugar de Memoria Democrática por encontrarse en ellos símbolos como la antigua cárcel provincial, el monumento Menhires por la paz, el Monumento a los fusilados de la Guerra Civil, el cementerio municipal de San Amaro y el memorial Xermolos de paz y libertad. Tras el triunfo de la sublevación militar de julio de 1936, la zona de punta Herminia y el campo de la Rata fueron lugares utilizados como campo de dolor y muerte de decenas de personas apresadas por los sublevados, convirtiéndose en el lugar más emblemático de la ciudad de la represión por  la eliminación física de las víctimas. El 24 de julio de 1936 comenzó en A Coruña la barbarie de la represión franquista y los fusilamientos en el campo de la Rata y Adormideras. Los sublevados aprovecharon la cercanía de la cárcel provincial y su entonces distancia de la ciudad para utilizar las viejas instalaciones militares para que los pelotones de fusilamiento cumplieran las injustas condenas.