El Chuac extirpa tumores de mama con una técnica endoscópica de cicatriz mínima

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Equipo de la Unidad de Mama, con la doctora Alejandra García Novoa, realizando una mastectomía endoscópica
Equipo de la Unidad de Mama, con la doctora Alejandra García Novoa, realizando una mastectomía endoscópica

El Hospital de A Coruña forma a especialistas del resto de Galicia en un sistema que permite reconstruir el pecho en la misma intervención con alta a las 24 horas

16 abr 2025 . Actualizado a las 13:17 h.

La Unidad de Mama del Chuac, ubicada en el Hospital Abente y Lago de A Coruña, ha introducido en su práctica clínica una nueva técnica de mastectomía, tanto en los casos de cáncer como para aquellas mujeres que, por riesgo genético, deciden extirparse las mamas con una cirugía radical profiláctica. En la misma operación, los cirujanos quitan el tumor y reconstruyen el pecho con una agresión y cicatriz mínima y recuperación rápida, de modo que las pacientes reciben el alta a las 24 horas. Este método, que está siendo objeto ya de un proyecto de investigación, centrará la semana que viene un curso para los equipos de mama del resto de las áreas sanitarias de Galicia, que han mostrado interés en formarse para incorporarla a sus quirófanos. 

La técnica consiste en realizar una pequeña incisión de 3-4 centímetros en el surco inframamario, en el pliegue bajo el pecho, y mediante endoscopia llevar a cabo la doble intervención. «Con esta asistencia endoscópica tenemos la posibilidad de vaciar la mama, con la glándula y el tumor, pero preservando el envoltorio cutáneo con el pezón y la areola para introducir el implante o prótesis», explica Benigno Acea Nebril, cirujano de la unidad coruñesa.  «Somos más precisos y conservadores y el resultado de la reconstrucción es más favorable», resume sobre un método evolucionado frente a la cirugía convencional. «Hace unos años —recuerda— se extirpaba toda la piel de la mama junto con el pezón y areola, con lo cual desconfigurabas mucho la anatomía, la forma; desde hace unos años somos capaces de identificar en cada mujer la posibilidad de conservar la piel y a veces la areola y el pezón, con lo que la reconstrucción es más natural y menos traumática». 

Intervención de mama en el Hospital Abente y Lago mediante técnica endoscópica
Intervención de mama en el Hospital Abente y Lago mediante técnica endoscópica

A juicio de Acea, el sistema endoscópico presenta ventajas claras. «Una es para la paciente, la mastectomía se realiza con un mejor resultado en la reconstrucción, la piel no es maltratada, no se manipula tanto ni sufre daños cuando utilizas los separadores, porque está distendida por el gas que insuflas», incide. A ello se suma que «al cirujano le permite visualizar mucho mejor los límites de la glándula en zonas poco flexibles, gracias a que está perfectamente iluminada por la fibra óptica y la cámara, con lo que ganamos precisión a la hora de extirpar las áreas más difíciles».

No menos relevante es que «la recuperación, efectivamente, es temprana», subraya el cirujano, ya que las pacientes solo ingresan una noche. «El dolor es mínimo porque los anestesistas utilizan bloqueos locales para disminuir molestias. Lo único que hay que vigilar en las primeras 10 horas es que no haya sangrado, como cualquier cirugía donde hay superficie cruenta. Pero las mujeres se operan por la mañana, a la tarde ya beben y comen algo y se levantan, al día siguiente pasean por la mañana, las vemos al mediodía y si no hay sangrado, por la tarde se van para casa».

Realizar la cirugía oncológica y el procedimiento reconstructivo en el mismo acto quirúrgico añade beneficios también para el sistema público de salud, ya que se evitan nuevos ingresos y se reducen costes, pero «sobre todo beneficia a las mujeres: las de mastectomía profiláctica ya no van a quimio y se recuperan antes para ir a trabajar, a las tres o cuatro semanas pueden volver, y para una autónoma que vive de lo que trabaja, si puede optar por un procedimiento de este tipo, lo valora enormemente. Puede incorporarse a su vida personal, familiar y laboral, algo muy importante porque las mujeres, en general, no quieren estar mucho tiempo en el hospital».

Como todos procedimientos nuevos, el año pasado primero lo pusieron en marcha en pacientes «muy favorables», aquellas con mamas pequeñas, pero ya han incluido a mujeres con volumen pectoral medio. «Ahora mismo, únicamente existe contraindicación en casos de mamas muy voluminosas y caídas, ya que hay que extirpar piel para poder realizar la reconstrucción», agrega Acea, que considera que al menos la mitad de las pacientes pueden beneficiarse y ser inicialmente subsidiarias de este tipo de intervención mínimamente invasiva. Hasta ahora, han practicado 30 casos con buenos resultados.

La experiencia hasta el momento «es muy positiva», pero la Unidad de Mama ha querido ir más allá y trabaja ya desde hace cuatro meses en un proyecto de investigación, autorizado por el comité de ética, no solo para evaluar los resultados, sino también para conocer el grado de satisfacción de las mujeres.  «Hoy día es importante, por supuesto, curar la enfermedad, algo que ya se logra en un porcentaje elevado, pero también es importante la calidad de vida de las supervivientes», considera el especialista. Para ello, se les realiza un cuestionario previo que se repetirá al año de la intervención para ver las diferencias en su percepción antes y después. «De la opinión de las mujeres también aprendemos muchos. A veces piensas que ha quedado perfecta y sin embargo ella no lo ve así y tienes que saber por qué; en cáncer de mama mucha calidad de vida depende de los tratamientos que esté tomando, por muy bien que salga la cirugía si la quimioterapia le provoca efectos secundarios, o la carga y el entorno emocional les afecta, la percepción varía», explica.  

 Técnica extendida en Asia, donde «las mujeres toleran mal las cicatrices»

Creada hace 25 años, la Unidad de Mama del complejo hospitalario coruñés ha ido introduciendo técnicas para incrementar las posibilidades de conservación y reconstrucción en los casos de patología oncológica y también en aquellas extirpaciones radicales de carácter preventivo. El método que la próxima semana compartirán con cirujanos de mama y ginecólogos de las demás áreas sanitarias de Galicia, que entrarán en el quirófano para seguir las operaciones y plantear cuestiones, solo se practica en España de forma más o menos rutinaria en los hospitales de Torrejón y Badalona, pero «tiene una implantación alta en Asia desde hace 20 años, fundamentalmente en Japón y Corea del Sur porque las mujeres toleran mal las cicatrices», refiere Acea.

En Europa, comenzó a utilizarse hace cinco años en centros aislados de de Italia, Francia y Holanda. «Nosotros la vimos en congresos y nos pareció muy interesante porque beneficia a la mujer, así que una compañera de la unidad, Alejandra García Novoa, siguió un taller práctico en Ámsterdam de la mano de los líderes en esta materia. Empezamos en el 2024 y a partir de ahí hemos ido aprendiendo todos los cirujanos de la unidad». 

En España, «nosotros somos los únicos que tenemos un proyecto de investigación en marcha para contar con datos de eficacia y satisfacción», añade el cirujano. Calculan introducir en el estudio 180 casos en un período de dos años para evaluar los resultados. «Es un esfuerzo importante por parte de la unidad, pero te ayuda a mejorar», concluye.