Atacan a un taxista de Matogrande, en A Coruña, con un cuchillo en el cuello: «Le di un cabezazo hacia atrás y pude escapar»

Tamara Rivas Núñez
T. Rivas A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

El taxista agredido en Matogrande, con la chaqueta rota por la cuchillada al aire que le lanzó su agresor
El taxista agredido en Matogrande, con la chaqueta rota por la cuchillada al aire que le lanzó su agresor

El agresor le lanzó una cuchillada al costado que, por fortuna, no le alcanzó

31 mar 2025 . Actualizado a las 15:48 h.

El instinto es impredecible y por eso mismo uno nunca puede saber a ciencia cierta cómo va a reaccionar ante una situación de peligro hasta que no le toca vivirlo. Lo sabe bien Manuel, un taxista que en la madrugada del sábado al domingo estaba en la parada de Matogrande y acabó con un cuchillo en su cuello cuando se negó a llevar a un cliente a Betanzos si antes no le abonaba el trayecto. «Le comenté que soy asalariado y esas carreras tan largas tengo que cobrarlas antes de salir. Pero me insistió que me pagaría al llegar. Al decirle que no reiteradas veces hizo el amago de salir del coche, yo me despisté y en ese momento me agarró y me puso un cuchillo en el cuello», relató este lunes en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz.

Sin saber muy bien por qué ni cómo, Manuel se enfrentó a su agresor. «Tuve la suerte de que cuando me puso el cuchillo en el cuello se acercó mucho a mí. Me dio facilidades y le di un cabezazo hacia atrás y pude escapar», añadió. Ya fuera del taxi, pensó que el asaltante saldría corriendo, pero no fue así. «Me hizo frente y me lanzó una cuchillada al costado. Tuve suerte de tener la chaqueta, que nunca la llevo puesta en el coche, y me la cortó», comentó.

El asaltante entró en el taxi buscando dinero y en ese momento y movido por la adrenalina de lo que estaba ocurriendo, Manuel empezó a golpearlo. «Le di varios golpes fuertes hasta que escuché: “¡para, para, que lo matas!” Y aprovechó para escapar en dirección hacia el barrio de las Flores. El cuchillo apareció en la rotonda y no sé ni cómo pasó», explica sobre lo sucedido. 

En apenas unos minutos se personaron en el lugar varias patrullas de la Policía Local y Nacional. «Me enseñaron fotos de posibles agresores, pero no era ninguno de ellos», esgrime. La noche no terminó ahí. Primero pasó por la Casa del Mar para que le dieran un punto en la barbilla y de allí a la comisaría de Policía a interponer la denuncia. «Llevo años como taxista y nunca viví nada parecido. Es la primera vez que me entran con un cuchillo. En ese momento no pensé en lo que podía haber ocurrido, no fui consciente del peligro, actué por instinto. Cuando te paras a pensar ves que es una temeridad, pero gracias a Dios que no pasó nada», relató con la voz entrecortada. «Pude haber actuado al revés y quedarme totalmente sumiso y darle todo el dinero. Pero ni lo pensé. No me dio tiempo ni a pensar en darle al botón que nos comunica con la policía. Fue muy rápido. Esperemos que no le pase a nadie más porque es un mal trago», concluyó.