Suspendido el juicio para desahuciar a una inquilina vulnerable que rechazó varias viviendas en A Coruña

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Pilar Pérez Peal este miércoles en la puerta de los juzgados, acompañada de su abogado
Pilar Pérez Peal este miércoles en la puerta de los juzgados, acompañada de su abogado Marcos Miguez

La eumense Pilar Pérez Peal asegura que lleva 5 años sin percibir el alquiler, que desde Servicios Sociales le ofrecieron a la presunta deudora alternativas habitacionales, que no aceptó, y que llegó a exigirle 10.000 euros para irse

19 mar 2025 . Actualizado a las 11:23 h.

Asegura que lleva 5 años sin percibir un euro por la vivienda que su marido rentó en el 2019 en A Coruña. El hombre se la alquiló a una mujer y a su hija en el 2019 por 370 euros al mes. «Un precio bajo porque en ese momento le dio pena al verla sola con su niña», indicó Pilar Pérez Peal hace justo un año a La Voz. Tras morir su marido, la inquilina siguió viviendo en el piso, de tres habitaciones y 80 metros cuadrados, pero «sin pagar un euro». Este miércoles la propietaria iba a verse cara a cara con la presunta deudora en un juicio para revisar la suspensión del desahucio por haber sido esta declarada vulnerable, pero la vista fue suspendida. 

El motivo de la no celebración fue un error administrativo, según les explicaron en el juzgado. Así, el caso está todavía en período de alegaciones para que la denunciada presente los informes que considere y, después, se pondrá nueva fecha al juicio. De esta forma, Pilar debe seguir esperando. A pesar de este nuevo varapalo, asegura que tiene «muchas esperanzas». «Espero que esta situación se resuelva ya a corto plazo, la verdad», dice Pilar, que cuando dejó de percibir la renta de su piso, el único que posee además de su casa en Pontedeume, denunció a la inquilina.

Con la llegada de la pandemia, el juicio se pospuso y, finalmente la mujer que vive en su propiedad fue declarada vulnerable, lo que derivó en la suspensión del desahucio. Pilar leva tiempo tratando de reabrir su caso, puesto que sostiene que las condiciones de su «inquiokupa», como la llama, han cambiado desde entonces. «El juez se va a quedar sorprendido con el informe de Servicios Sociales de A Coruña. En él consta que rechazó alternativas habitacionales», asegura Pilar.

En el documento se hace referencia a que fueron «varias» las viviendas propuestas y visitadas por la inquilina y que todas «foron rexeitadas». A pesar de tener estos informes en su mano, Pilar tardó tres años en conseguir que su caso fuese revisado. «Cada seis meses lo intenté, pero no fue hasta hace poco, cuando el decreto Ómnibus quedó muerto unas semanas», explica Pilar, en referencia al pasado enero cuando la medida, que incluía la prórroga de la suspensión de los desahucios a vulnerables hasta el 31 de enero de este año, quedó en el aire varias semanas hasta finalmente ser aprobada en el Congreso el pasado febrero.

Juicio por coacciones tras pedirle la inquilina 10.000 euros para irse

Antes de ese juicio, Pilar espera verle la cara a su inquilina en otro, el previsto para este jueves en A Coruña tras presentar la propietaria una demanda contra la mujer por coacciones.«Llevo tres años luchando para que se vaya de mi vivienda. Desesperada contraté una empresa de mediación. Entonces, ella envió un audio diciendo que si le daba 10.000 euros abandonaba el piso en diciembre, que necesitaba ese dinero para dar como entrada en otra vivienda. Decía que si le entregaba esa cantidad me dejaba la vivienda como estaba cuando entró, con todos los muebles, solo faltaba», se queja Pilar, que tras estos hechos interpuso contra la inquilina una demanda penal por amenazas y coacciones. «Además de pedirme el dinero, ella  y su abogada fueron a un notario en el que firmaron que si yo le daba ese dinero, y además le perdonaba la deuda de todo lo que me debe por el alquiler, se iba. No le voy a dar ni un euro después de todo lo que me ha hecho pasar», recalca Pilar.

 

La mujer segura que espera ganar esta primera batalla para, posteriormente, recuperar al fin su vivienda.«Voy a seguir todas las vías posibles, no quiero que esta persona salga impune porque lo que me hizo a mí puede volver a hacérselo a otra persona», dice.