Bajos y alquileres se reactivan en San Andrés, en A Coruña, tras la reurbanización

A CORUÑA CIUDAD

«A causa de las obras perdimos 50.000 euros», lamenta un pastelero
06 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La calle San Andrés de A Coruña estuvo cerrada al tráfico de vehículos y peatones durante más de un año. La mejora se abordó por tramos, para minimizar los efectos negativos tanto en el vecindario como en los comercios. Pero esas medidas paliativas no fueron suficientes y algunos negocios tuvieron que echar el cierre porque, sin tránsito peatonal y sin visibilidad, sus ventas cayeron en picado. Difícil sostener durante tanto tiempo una situación tan perjudicial.
Un caso paradigmático de lo que ha sufrido esta calle es O Pettit, un obrador artesano especializado en tartas de queso y sándwiches con pan brioche. Sus responsables, Miguel López y Rosa Cercharc, relatan una auténtica lucha por la supervivencia. «Tenemos un local en la plaza de Pontevedra desde hace cuatro años y decidimos abrir otro con obrador en la calle San Andrés hace dos años. En el primero, a los dos meses de comenzar la actividad, nos taparon el local con unos andamios. Y en el de San Andrés, los problemas fueron peores», explica Miguel.
Rosa continúa la historia recordando que hicieron la reforma del local y tardaron más de un año en finalizar los trámites para cambiar el tipo de licencia del establecimiento para ser punto de venta directa y de degustación. «Queríamos ampliar el concepto de O Pettit y que los clientes pudieran sentarse a degustar nuestros productos», dice. «Cuando ya teníamos formado y contratado al personal, recién inaugurados, empezaron las obras en San Andrés», añade Miguel. «Era inviable mantener así el negocio. Tuvimos que despedir a la gente y, como no queríamos perder el local que ya habíamos reformado, seguimos pagando el alquiler. Calculamos que debido a las obras de San Andrés perdimos unos 50.000 euros», explican.
Reapertura
Estos días ultiman los preparativos para reabrir este fin de semana, aunque si les apremia el tiempo lo harán el lunes. «Pensamos en hacer una fiesta de reapertura, pero no estamos como para regalar más cosas», comenta Miguel, quien reconoce que su mayor desilusión fue no poder servir estas Navidades su roscón de reyes artesano. «Sí, me hubiera gustado».
Sobre si fue un acierto o no mantener el local de San Andrés ahora que ha terminado la reurbanización, los empresarios son cautos. «A primera hora la calle está desértica. No pasa nadie. Hay que dejarlo andar e ir captando clientes. A medida que vayan abriendo más negocios veremos si fue una apuesta de futuro. Pero tenemos la esperanza de que sí, de que será un acierto», dicen.
Bajada de ventas
Los que sobrevivieron a las obras de San Andrés comienzan a ver los primeros brotes verdes. Y los locales vacíos o que llevan años sin alquilarse o venderse, empiezan a posicionarse y generar interés. «Se fueron muchísimos negocios. En muchos casos, las ventas bajaron más de un 30 %, algo inasumible para muchos empresarios. Quedaron locales vacíos y es ahora, una vez terminadas las obras, cuando empiezan a revalorizarse y a salir de nuevo al mercado», explica Álvaro Rodríguez Fernández-Argüelles, socio director de la inmobiliaria Engels & Völkers. Está convencido de que las mejoras urbanas abordadas por el Ayuntamiento de A Coruña harán subir los precios: «Si un local de 100 metros cuadrados útiles antes se alquilaba por una media de entre 1.000 y 1.200 euros al mes, a partir de ahora es probable que aumenta a los 1.500 e, incluso, 2.000. Dependiendo del tipo de local y de su ubicación», adelanta.
Confirma que a pesar de las mejoras, por el momento San Andrés mantiene más de una treintena de bajos vacíos y que no conseguirá alcanzar las ventajas de una vía totalmente peatonal. «Todo dependerá de cuánta gente pueda derivarse hacia allí, en vez de pasar por los Cantones o por la calle Real. Seguirá habiendo tráfico, pero sí es cierto que aumentará el número de paseantes y eso es clave para muchos modelos de negocio», indica Álvaro Rodríguez.

Alquileres al alza
El número 68 ya se anuncia en las plataformas inmobiliarias como un bajo situado «en la nueva y remodelada calle San Andrés, en su parte central, frente a la oficina principal de Abanca». Está en un edificio singular incluido en la ruta del modernismo y obra del arquitecto Ricardo Boan, con un llamativo balcón. Por estos 100 metros cuadrados piden ya 1.750 euros al mes. Al final de San Andrés, ya casi en San Nicolás, con 192 metros cuadrados, el bajo en esquina se alquila por 2.000 euros al mes. Más tiempo llevan en el mercado los 300 metros cuadrados de la antigua zapatería Campos, en la estrecha de San Andrés, disponible por 6.000 euros al mes. Y el local que ocupa Kave Home en San Andrés, de 500 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, se vende por 1,4 millones de euros con el inquilino dentro.
Los operarios ultiman detalles en los accesos a comercios y edificios
Las obras de San Andrés, ejecutadas por la UTE formada por Abeconsa y Canarga, tuvieron un presupuesto de 3,2 millones de euros con el objetivo de que esta vía recuperara su configuración original como bulevar. Los trabajos se llevaron a cabo por fases entre las calles Juana de Vega y Torreiro, incluyendo otras vías como Sol o Pórtico, así como la restauración de las plazas de Santa Catalina y de la Cormelana. Tras un año de trabajos, la inauguración oficial se realizó el pasado 25 de febrero. En todo caso, operarios siguen ultimando detalles como los accesos a locales y viviendas.