Loli García, comerciante de A Coruña: «Abrí hace 20 años y desde hace 15 subo vídeos con las prendas a redes»
A CORUÑA CIUDAD

A través del contenido que comparte en internet, en el que se prueba ropa e incluso baila, ha captado clientes de fuera del país
14 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.«Para sacar adelante un negocio como autónomo hay que luchar», dice Loli García. Sin duda, ella lo hace día a día, ya que lleva veinte años al frente de su tienda, Miaou, situada en la avenida de Gran Canaria de A Coruña. «Antes trabajé en una zapatería, pero decidí montar mi propio local con ropa para mujer», expone la empresaria que comparte en redes sociales las prendas que vende. «Fui pionera porque empecé a subir los vídeos hace 15 años. Me pruebo la ropa para que la gente vea cómo queda y cómo es cada cosa», dice la mujer. que comenzó a hacer contenido mucho antes de la llegada de la palabra influencer.
En la actualidad Loli, junto a sus dos empleadas, suben contenido a diferentes plataformas. «Tenemos Facebook, que fue donde empezamos con YouTube, pero también tiktok e Instagram», relata la mujer, que añade: «No preparamos los vídeos, los hacemos de forma natural. No hay guion previo ni nada. Tampoco los editamos ni los adaptamos a las diferentes redes», comenta. Por eso, su plataforma favorita es YouTube. «No hay límite de tiempo, como en otras. Por ejemplo, Instagram da mucho trabajo porque hay que subir también más fotos y no tenemos tiempo». Su tienda está orientada al público femenino. «Cuando la abrí era: Miaou, para mujeres hermosas. Está pensada para gente de todas las edades. Una chica de 20 puede ser más clásica que una señora de 60. Nosotros tenemos un poco de todo y trabajamos tallas desde la 40 a la 60. Ofrecemos diversidad y prendas de tallas grandes. A veces pasa que una persona usa una 40, pero tiene más contorno de pecho o un muslo más ancho y ya no entra en una talla de una gran cadena o de una firma», dice Loli, que añade: «Actualmente, como se llevan mucho las prendas oversize, es más fácil que sirvan a diferentes tallajes».
Clientes de fuera
Para ella, que define su estilo como «moderno, pero a la vez clásico», hacer los contenidos responde a un único objetivo. «Lo hago porque lo que me gusta es satisfacer al cliente. Es una forma de que vean la ropa», dice Loli, que además de esa forma atrae a público de diferentes partes. «Vendemos en toda España y también a otros países de Europa, como Suiza, Alemania o Francia. Nos contactan también muchas personas de países de Latinoamérica, pero por tema de aduanas y demás, es más complicado y no hacemos envíos a esos lugares».
Gracias a sus vídeos la conoce gente de otras ciudades que no ha dudado en ir a visitarla. «Ha venido gente a la tienda de Barcelona o Zaragoza que aprovechó para venir de vacaciones a A Coruña y pasó por la tienda a saludarme. Al final, como ven los vídeos, te conocen. Es como cuando ves a un presentador por la tele, pero en las redes», explica Loli, que no se considera ni busca ser influencer. «Yo los vídeos los hago para enseñar la ropa y que los clientes puedan verla», zanja la mujer, que, además de visitas físicas, recibe mucho cariño de la gente que sigue su tienda desde fuera. «Al principio me sorprendía, siempre es bonito ver que te escriben y valoran tu trabajo».
Para seleccionar las prendas, Loli se fija no solo en las últimas tendencias de moda, sino que sigue además su instinto. «Busco por todo el mundo, puede ser en Barcelona o en Madrid o en otra ciudad de Europa. Me gustan las prendas que son diferentes porque ahora todos llevamos lo mismo, parece que vamos uniformados. Si veo algo supermoderno, eso es lo que más me gusta», dice Loli, que cree que la clave para mantener un pequeño comercio tantos años está en el trabajo. «Cuando abrí me diferencié subiendo ya vídeos a redes, pero eso ahora lo hace todo el mundo. Para mantenerse hay que trabajar mucho y echarle muchas horas. Trabajo lo mismo o más que un asalariado».